La banca seguirá siendo rentable en 2025 pese a la bajada de tipos: su ROE doblará la media de los últimos años

Las perspectivas que los expertos tienen sobre el sector son positivas, especialmente por la esperada mejora del crédito que traerá la reducción del precio del dinero tras años en los que la actividad ha estado contenida.

Hay que recordar que el Banco Central Europeo (BCE) ha acometido ya cuatro recortes de los tipos de interés en este ciclo en los pasados junio, septiembre, octubre y diciembre. Así, las tasas se sitúan en niveles más moderados en comparación con los máximos que alcanzaron el pasado verano, pero continúan siendo altas.

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En concreto, el tipo de interés de la facilidad de depósito -lo que cobran las entidades por aparcar su dinero en Fráncfort, la referencia para el BCE- se redujo al 3%, su nivel más bajo desde marzo de 2023.

El tipo principal de crédito, la tasa aplicable a las operaciones principales de financiación, se quedó en el 3,15%, mientras que la facilidad marginal de crédito -lo que pagan los bancos por la financiación a un día- bajó al 3,4%.

Del 5% al 11%

"La rentabilidad se va a mantener", aunque "2024 va a ser, probablemente, el año del pico", sentenciaba hace unos días Luigi Motti, responsable de análisis de Instituciones Financieras del Sur de Europa de S&P Global, en una presentación a medios.

Desde la calificadora esperan que la rentabilidad sobre recursos propios (ROE) de los bancos españoles sea de media del 12% al cierre de 2024 -los datos se conocerán al cierre de este mes-, mientras que este año "va a bajar" ligeramente por el recorte de los tipos de interés, pero se mantendrá aún en el entorno del 11% o el 12%. Después, en 2026 se quedará, más bien, en el 11%.

Estos niveles serán aún elevados en comparación con lo visto en los últimos cinco o seis años, cuando la media del ROE del sector se ha situado en el 5%. Así, la rentabilidad que se espera para este año es superior al doble.

"La actividad de crédito ha sido muy contenida durante los últimos años. De cara a los próximos años puede haber un crecimiento moderado, pero es una noticia positiva. Una parte grande de la mejora de los balances ha llegado para quedarse", explicaba Motti.

Roman Wimmers, Unsplash.

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A esta perspectiva ayudará el hecho de que, aunque los costes se moverán al alza por la inflación, partirán de un punto bajo gracias al esfuerzo en eficiencia realizado durante los últimos años por el sector a través de los cierres masivos de oficinas y la reducción de las plantillas por las fusiones y la digitalización.

Es cierto que este año los bancos tendrán que volver a afrontar el pago del impuesto extraordinario al sector, que será más lesivo que el anterior en el caso de las entidades más grandes, como CaixaBank, Santander o BBVA.

Ana Escobar Efe Valencia

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Sin embargo, para Motti este gravamen penalizará "algo" la cuenta de resultados, pero este año ya se ha visto "que el impacto en media en el sector va a ser contenido".

Por el momento, las perspectivas son positivas, pero esto podría cambiar si se materializan un empeoramiento de las condiciones macroeconómicas, turbulencias geopolíticas o de otra clase en los mercados o riesgos relacionados con ataques cibernéticos, aunque en menor medida.

La banca europea, en línea

Una tendencia que va en línea con la de la banca europea. Los expertos de UBS explican en un reciente informe que los tipos de interés altos "han jugado un papel decisivo en el rally del sector en función de la subida del ROTE del 8% al 14% provocada por la expansión de los márgenes".

"Actualmente, las preocupaciones sobre una política del BCE de tipos de interés potencialmente más bajos está generando preocupaciones exageradas sobre los beneficios", añaden estos analistas.

En opinión de los expertos de UBS, en un año estaremos más cerca de unas tasas mínimas, con un crecimiento del crédito y de la actividad económica más rápido y unos riesgos de impago más bajos. "Esperamos que el coste del capital del sector se recupere hacia ese objetivo", añaden.