Concretamente, los minoristas españoles tienen un saldo de unos 16.608 millones de euros en letras, según los últimos datos disponibles del Banco de España, correspondientes a junio, lo que supone un 11% más que el mes anterior. La tenencia de letras, por tanto, se mantiene al alza.

Este volumen implica un 23,4% del total de letras vivas que hay en España -las que no han llegado aún a su vencimiento-, es decir, casi un cuarto del total, un porcentaje que representa un récord y que ha ido al alza desde el inicio del boom por este tipo de valores.

Este furor que las familias han demostrado por las letras del Tesoro lleva vivo más o menos medio año, desde que trascendió que estos valores estaban superando el 3% de rentabilidad en un entorno en el que los depósitos a plazo de los grandes bancos no han regresado. Estos valores se han convertido en una alternativa interesante para aquellos inversores conservadores que no quieren poner en riesgo su dinero.

En realidad, la tenencia de letras por parte de las familias comenzó a repuntar en noviembre del año pasado, si bien no fue hasta principios de este ejercicio cuando se empezó a notar ese boom. En febrero, las familias tenían ya el 10,4% del total y esa cifra no ha parado de crecer, hasta representar ahora el 23,4%.

[Las familias ya tienen más letras del Tesoro que el Banco de España y la banca juntos]

Y eso que el saldo total de letras en circulación lleva cayendo desde julio de 2022. Si entonces el valor total era de unos 77.246 millones de euros, ahora ha caído hasta los 71.004 millones de euros, un 8% menos. Se trata del menor valor registrado desde 2019.

Gracias al éxito de las letras del Tesoro, las familias tienen en sus manos ya un volumen mayor que el Banco de España y la banca juntos. En concreto, los particulares tienen valores por unos 16.608 millones de euros, mientras que el sector bancario guarda 12.947 millones.

Ralentización

Aunque la inversión de la familia en letras del Tesoro ha crecido mes a mes, pulverizando todos los registros anteriores, el aumento cada vez ha sido de menor proporción. Según las estadísticas del Banco de España, la deuda española de corto plazo en manos de los pequeños ahorradores tenía un valor en enero de 3.695 millones de euros; en febrero, de 7.613 millones; en marzo, de 10.847 millones; en abril, de 13.206 millones; en mayo, de 14.947 millones, y en junio, de 16.608 millones.

Por tanto, los datos muestran que entre enero y febrero la inversión creció en 3.918 millones de euros. Esa cifra volvió a bajar entre febrero y marzo, hasta los 3.234 millones, y se redujo de nuevo entre marzo y abril, hasta los 2.359 millones de euros, y entre abril y mayo, hasta los 1.741 millones de euros.

A pesar de que en junio la inversión también se moderó, lo hizo en menor proporción que en los meses anteriores, sólo hasta los 1.661 millones de euros. Es decir, el boom de las letras se mantiene.

De hecho, si se tienen en cuenta los datos de las subastas celebradas en agosto, la demanda de los inversores minoristas por las letras a tres y seis meses ha alcanzado máximos del año.

Como aproximación de su participación, las pujas no competitivas -aquellas en las que sólo se indica la cantidad deseada, sin precio, que en su mayoría vienen de inversores particulares-, se incrementaron en agosto hasta los 316,71 millones de euros en el caso de las letras a tres meses y hasta los 438,01 millones en el de las letras a doce meses.

No en vano, y también teniendo en cuenta las últimas emisiones, el interés de las letras a tres meses se ha elevado al 3,531%, el porcentaje más alto desde noviembre de 2011, mientras que la rentabilidad de las letras a seis meses ha repuntado hasta el 3,66%, alcanzando su nivel más elevado desde julio de 2012.

Intereses al 3,7%

Frente a estos repuntes, y de nuevo teniendo en cuenta datos de la última emisión, la rentabilidad de las letras a nueve meses ha bajado al 3,7% tras haber alcanzado el 3,81% en la subasta previa. El interés de las letras a doce meses también se ha reducido en agosto, hasta el 3,682%.

Unos intereses que, en todo caso, siguen por encima de la rentabilidad que ofrecen los depósitos. Mientras los valores de deuda pública dan retornos cercanos al 4%, los ahorros de las familias apenas reciben un 2,22% de media.

Aunque la inversión de las familias en las letras con estos vencimientos ha ido decayendo a lo largo del año, en agosto se registró un repunte. Las peticiones no competitivas de las letras a nueve meses alcanzaron los 378,48 millones y las de las letras a doce meses, los 897,18 millones.

De esta forma, de manera conjunta, los pequeños inversores habrían incrementado la tenencia de letras del Tesoro en algo más de 2.000 millones de euros en el octavo mes del año.

El atractivo se mantendrá

Pese a todo, los expertos creen que el interés por este tipo de valores se mantendrá en el tiempo ante la falta de depósitos a plazo que ofrezcan una rentabilidad similar, sobre todo en los catálogos de los grandes bancos.

"En estos momentos los depósitos carecen de sentido dado que ni siquiera consiguen en muchos casos ganar a la inflación, mientras que los fondos de inversión más conservadores tienen la desventaja de los costes de compra, venta y mantenimiento, además de no tener un vencimiento y cupón definido", apuntan los analistas de XTB.

Es por eso por lo que "las letras siguen marcando una tendencia favorable y siguen manteniendo el atractivo para el inversor", como destaca Franco Macchiavell, responsable de análisis de Admirals España.