Los grupos parlamentarios han aprovechado el proyecto de ley de la Autoridad de Defensa del Cliente Financiero para incluir varias normativas ajenas al contenido principal del texto. Y una de ellas hace referencia al esquema de financiación del FROB.

A partir de la entrada en vigor de esta ley -que tendrá lugar dentro de apenas algunas semanas, habida cuenta de que el texto ha pasado ya la aprobación del Congreso y ha iniciado su tramitación en el Senado-, la tasa que pagan los bancos para financiar los gastos de funcionamiento del FROB dejará de ser fija, como ahora, y pasará a estar directamente vinculada al presupuesto del organismo.

Ligado al FUR

En la actualidad, esta tasa se calcula como un porcentaje de las contribuciones que cada banco hace para el Fondo Único de Resolución (FUR), la hucha que las entidades de todos los países que conforman la Unión Bancaria han estado dotando durante los últimos ocho años y que servirá para afrontar las pérdidas en el caso de que un banco sea intervenido y sometido a un proceso de resolución.

Tras la pasada crisis financiera, las autoridades establecieron que este fondo debía alcanzar un nivel equivalente al 1% de los depósitos garantizados de la zona euro, lo que en la actualidad supone unos 80.000 millones de euros. Esa dotación tenía una fecha límite, 2023, y en efecto este año se va a alcanzar el objetivo establecido en la legislación.

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En el momento en el que se cumple el plazo de dotación del FUR ya no tiene sentido calcular en base a ella el importe con el que los bancos financian al FROB. No en vano, a partir de 2023 las aportaciones de la banca al FUR van a ser muy inferiores a las de los últimos años porque el fondo ya ha alcanzado su objetivo de recursos -solo tendrán que hacer ciertos ajustes-. Es por eso que los grupos parlamentarios han decidido aprobar el cambio del cálculo de la tasa cuanto antes y han querido hacerlo en el proyecto de ley que crea la Autoridad del Cliente Financiero.

De acuerdo con la nueva norma, que entrará en vigor en las próximas semanas, la tasa estará vinculada al presupuesto del FROB. Así, cada año se calculará la tasa en función de los gastos del ejercicio precedente.

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Al estimarse ex ante -al principio del ejercicio al que corresponde su devengo- es posible que al cierre del año haya que realizar algunos ajustes por si se calculó de más o de menos, para lo que se establecerá un mecanismo. Este sistema implica que la tasa estará más ajustada que antes a los gastos reales en los que incurre el FROB cada año.

Así, la normativa adapta el cálculo de la tasa que pagan los bancos para financiar la actividad del FROB a la que opera en la Junta Única de Resolución (JUR), el organismo europeo del que depende la autoridad española.