En concreto, las hipotecas fijas representan el 65,7% del total de las firmadas en España, frente al 34,3% de las variables, de acuerdo con los últimos datos disponibles del Instituto Nacional de Estadística (INE), que corresponden a febrero.

Estos datos se alejan mucho de los que se registraban el verano pasado, cuando las hipotecas fijas alcanzaron su máximo histórico en peso sobre el total, el 75,4%. Nunca se habían firmado menos hipotecas variables como en julio de 2022, cuando estas solamente representaban el 24,6%. Desde entonces la tendencia comenzó a cambiar.

En aquel momento, el Euríbor ya llevaba cinco meses subiendo con fuerza, pero preocupaba especialmente a los clientes al haber alcanzado ya el 0,992% en media mensual. Lejos, en todo caso, del 3,757% en el que se sitúa actualmente con el cierre de abril.

Aunque la media mensual, que es la que se toma como referencia para actualizar el precio de las hipotecas, tiene margen aún hasta llegar al 4%, lo cierto es que el Euríbor a doce meses ha marcado su último registro diario de abril en el 3,88% tras tocar su máximo desde noviembre de 2008, el 3,9%, el pasado martes. La cota psicológica del 4% está más cerca que nunca.

Estos niveles implican que una hipoteca tipo con interés variable concedida por 150.000 euros a 25 años a Euríbor +0,99% se encarecerá unos 289 euros al mes, es decir, unos 3.466 euros al año.

En el caso de un préstamo a tipo variable con las mismas condiciones, pero con un capital de 100.000 euros, el encarecimiento será de 192 euros al mes o 2.300 euros al año.

Desaparición de las fijas y variables más baratas

Detrás de este cambio de pesos que se está produciendo ya entre las hipotecas fijas y las variables se encuentran varios factores, siendo el principal que las primeras se han encarecido considerablemente desde que el Euríbor comenzó su subida libre, en febrero de 2022.

Previamente, a finales del año anterior, podían encontrarse en el mercado las hipotecas más baratas que nunca, con tipos de interés que rozaban el 1% incluso para las fijas. Unos precios que están muy alejados de los que se encuentran a día de hoy en el mercado.

Si se observa la oferta comercial de los grandes bancos, las hipotecas fijas se venden a una TAE del 4,49% en Santander cumpliendo condiciones (5,23% si no); del 3,73% en BBVA con requisitos (4,47% sin ellos); del 5,185% en CaixaBank con condiciones y a 30 años (5,343% sin ellas); del 4,3% en Sabadell con bonificaciones (4,96% sin ellas); del 4,13% en Unicaja con requisitos (4,44% sin ellos), o del 4,09% en Bankinter con condiciones (5,16% sin ellas).

La subida de precios ha sido considerable y esto se debe al Interest Rate Swap o IRS (que se traduciría como permuta de intereses en español) a treinta años, un producto derivado al que recurren las entidades financieras cuando venden una hipoteca para calcular el precio del dinero a largo plazo.

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Según los últimos datos disponibles del Banco de España, que corresponden a marzo, este índice se sitúa ya en el 2,524%, de forma que se ha disparado hasta niveles que no se veían desde febrero de 2014. Como los bancos perciben que el dinero va a estar mucho más caro en treinta años, han ido ajustando al alza los precios de las hipotecas fijas, cuyas cuotas no cambian en toda la vida del préstamo -que puede ser diez, quince, veinte, treinta años...-.

Con la subida del Euríbor la tendencia de elevar el precio de las hipotecas fijas ha sido común en todos los bancos, si bien algunos han dado un paso más y directamente no están vendiendo este tipo de préstamos o, al menos, no lo ofrecen a los clientes. Algo que, como contó EL ESPAÑOL-Invertia, pasa desde el verano pasado y podrá derivar, incluso, en la desaparición de este producto. Todo dependerá del rumbo que tomen tanto el Euríbor como las dinámicas comerciales de los bancos.

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Paralelamente a este encarecimiento, la oferta de nuevas hipotecas variables se ha ido abaratando. Aunque ha habido muchos movimientos, actualmente se puede encontrar este tipo de préstamos a un interés de Euríbor +0,5%.

Al principio, los clientes se resistían a volver a contratar hipotecas variables por el temor que esa subida tan repentina del Euríbor estaba provocando. Sin embargo, los datos del INE reflejan que empiezan a rendirse, dado que, al fin y al cabo, una hipoteca variable puede terminar resultando más barata que una fija, aunque tenga sobresaltos por la evolución del índice de referencia.

El futuro del Euríbor

La bola de cristal no suele ser de mucha ayuda en el sector financiero, como han demostrado los últimos tres años. Sin embargo, existen algunas previsiones sobre en qué nivel se situará el Euríbor a doce meses próximamente.

Bankinter estima que cerrará este año en el 3,75% y 2024 en el 3%, mientras que los expertos de CaixaBank Research creen que acabará 2023 en el 3,44% y bajará hasta el 2,56% al año siguiente.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, durante una comparecencia en la Eurocámara. Parlamento Europeo

Pese a la incertidumbre sobre la evolución del índice, algunos expertos tienen claro que no comenzará su viaje de vuelta hasta pasado el nivel del 4%. "Ese periodo de estabilización llegará, podríamos estar cerca, pero lo más probable es que primero el Euríbor alcance niveles del 4%, un valor que podríamos ver ya en los datos diarios de mayo o en la media de junio", apunta Simone Colombelli, director de Hipotecas de iAhorro.

Lo cierto es que la evolución del Euríbor va muy ligada a la de los tipos de interés y la próxima semana el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) vuelve a reunirse para tomar una decisión de política monetaria. Aún no está claro cuál será.

"Se esperaba que el BCE suavizara el ritmo hasta los 25 puntos básicos, pero en las últimas jornadas están creciendo las posibilidades de una subida de 50 puntos básicos ante la estabilización de los mercados y los últimos datos de inflación", apunta Joaquín Robles, analista de XTB. Un movimiento al alza más brusco probablemente impulsará al Euríbor.

Desde la plataforma añaden que "se espera que los tipos de interés puedan alcanzar el 4,5% a mediados de verano", por lo que esperan que "el Euríbor supere el 4% durante el mes de mayo". Solo el tiempo (y los tipos de interés) lo dirá.