Tras las presentaciones de Bankinter y Sabadell, que se celebraron en las dos semanas anteriores y no generaron revuelo político, la de BBVA, con su beneficio récord, agitó el ambiente de precampaña electoral.

Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda, e Ione Belarra, ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, salieron en tromba a criticar el hecho de que la entidad haya registrado unas ganancias nunca vistas hasta el momento y aprovecharon para poner de manifiesto de nuevo la necesidad que en su opinión hay de congelar las hipotecas variables para que las familias no sigan sufriendo el encarecimiento de las cuotas que se genera por la subida del Euríbor.

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Más tarde Reyes Maroto, ministra de Industria, abrió la puerta a que el Gobierno valorara esta propuesta, si bien el Ministerio de Asuntos Económicos, encargado de esta materia, rechazó esta opción, como adelantó EL ESPAÑOL-Invertia.

Nadia Calviño, titular del departamento, afirmó el viernes que las ayudas a los hipotecados en problemas son "un mínimo" y que los bancos pueden "ir más allá", si bien rechazó topar las hipotecas variables de forma general. 

Años de pérdidas

Lo cierto es que los seis mayores bancos del país (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell, Unicaja y Bankinter) cerraron el ejercicio 2022 con unas ganancias de 7.974 millones de euros por su negocio en España, lo que supone un 36,3% más que un año antes. Eso sí, la evolución por bancos fue bien diferente, pues Santander elevó su beneficio en este segmento un 149%, mientras que BBVA lo hizo tan solo un 8%.

La subida de los tipos de interés favoreció esta recogida de beneficios, si bien estos están impulsados también por las dinámicas comerciales y el avance de los bancos en diferentes segmentos, más allá del crédito. En todo caso, estas ganancias llegan después de años en los que los bancos han sufrido caídas de sus resultados en España e, incluso, pérdidas. Paradigmático fue el ejercicio 2020, en el que las ganancias de Santander en España cayeron un 67% y las de BBVA, un 56%.

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Tras pasar la crisis financiera, los bancos españoles tuvieron que enfrentarse a un periodo de once años sin subidas de los tipos de interés de la zona euro, lo que minó sus márgenes y obligó a las entidades a buscar nuevas vías de negocio para sostener sus resultados, como la actividad de bancaseguros o de inversión.

El presidente de BBVA, Carlos Torres, quiso responder a los ataques que la entidad estaba recibiendo el mismo miércoles con este argumento. "No hemos alcanzado este resultado en España desde 2010 y en el camino ha habido muchos años negativos, de miles de millones de euros negativos. También nosotros hemos tenido años de pérdidas en España", afirmó el banquero durante la presentación de resultados.

Igualmente, Ana Botín, presidenta de Santander, defendió durante la suya que su margen de intereses del banco "ahora es el mismo que en 2008". "Menos, si se ajusta la inflación", matizó.

Asimismo, el discurso que estos días han defendido los banqueros pasa también por defender que los beneficios de las empresas solamente aportan riqueza a la sociedad y son necesarios para crear empleo, fomentar la inversión y, en el caso concreto de los bancos, facilitar que fluya el crédito. "Un sistema financiero sostenible es un sistema financiero rentable", apostilló Botín el jueves.

Acostumbrarse a los tipos de interés

En sus intervenciones de estos días, los banqueros han defendido, además, que "lo normal" no es operar con tipos de interés negativos, como ha ocurrido durante los últimos años, sino todo lo contrario.

Botín, de hecho, apuntó que es necesario "estar preparados para vivir con tipos de interés más normalizados". "Tampoco es que sean muy altos, lo que no es sostenible es dar hipotecas con un 0% de interés. Hay que acostumbrarse", añadió.

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank, por su parte, indicó en su presentación de resultados que "lo normal son los tipos de interés en los entornos del 3%. Lo extraño es que los tipos en Europa hayan sido negativos". "No estamos en tipos históricamente altos", añadió.

No en vano, los tipos de interés en la zona euro se encuentran en el 3% desde el pasado jueves, cuando el Banco Central Europeo (BCE) decidió acometer su última subida. Se trata del nivel que el precio del dinero tenía en noviembre de 2008. Antes de esa fecha, los tipos llegaron a situarse en el 4,25% en el año 2000.

Al otro lado del Atlántico, la Reserva Federal de Estados Unidos elevó los tipos el pasado miércoles hasta el 4,75%, es decir, casi dos puntos por encima del nivel en el que se sitúan en la zona euro.