"Quieren echar números, ver cuál ha sido la evolución del sector en materia salarial, las previsiones de inflación... Y ver si comparten nuestra postura", explica en relación con la posición de las patronales a EL ESPAÑOL-Invertia una fuente sindical presente en las reuniones mantenidas estos días.

Y es que los sindicatos firmantes del convenio de banca se reunieron el miércoles con representantes de la AEB en el marco del observatorio sectorial que pidieron convocar para revisar ciertas cuestiones que han quedado desactualizadas desde las firmas de los convenios sectoriales (el de ahorro, el de cooperativas y el de banca), principalmente la revisión salarial anual. Un encuentro que estuvo precedido por otros con CECA y UNACC en días previos.

En estas reuniones los representantes de los trabajadores han puesto sobre la mesa que este año los sueldos de los empleados de banca han subido muy por debajo de la inflación y ocurrirá lo mismo el próximo ejercicio, debido a que están indexados a unas referencias pactadas anteriormente.

Mientras que los empleados de las antiguas cajas de ahorros han visto su salario ascender un 0,75% (será un 1% en 2023), los de banca tenían pactado un incremento del 1% para 2022 y un 1,25% para el año que viene. La inflación, por su parte, subió al 8,7% el pasado mes de mayo, con la subyacente ya en el 4,9%. Cifras que están muy lejos de las subidas salariales que banca y sindicatos pactaron en los convenios colectivos actualmente en vigor.

Primer contacto

Los sindicatos celebraron una primera reunión con CECA el pasado 25 de mayo, con UNACC el día 26 y con AEB el miércoles. Todas han supuesto un primer acercamiento entre los sindicatos de la banca y las patronales sobre esta cuestión para que los representantes de los trabajadores plantearan su situación.

Es por eso que en estas primeras reuniones no se ha puesto sobre la mesa ninguna propuesta concreta y, de hecho, no está claro que los bancos vayan a ceder a la pretensión de los trabajadores de ser compensados por el avance galopante de la inflación.

Con todo, los sindicatos tienen clara cuál va a ser su mayor exigencia: que la subida salarial correspondiente al pasado año y a este esté en línea con la evolución de la inflación, dado que cuando se firmaron los convenios no se preveía esta situación de crecimiento desbocado de los precios. Se trata de una posición de máximos que son conscientes que se tendrá que negociar.

Otra fuente de los representantes de los trabajadores considera que los bancos deberían dar "una solución rápida", antes de los meses de verano, a un lamento que los empleados de la banca llevan meses manifestando y no dilatar las reuniones. Las próximas reuniones se celebrarán un mes después de las primeras.

Trabajadores de Unicaja Banco se manifiestan en la jornada de huelga celebrada el 26 de noviembre. CCOO CCOO

"Las empresas deberían entender que cuando se negociaron los convenios se trabajaba con unas expectativas y en base a ellas se pactaron las subidas, pero la inflación se ha disparado de tal manera que ya no es una diferencia de 0,5 puntos, sino mucho más. Algo hay que hacer", afirma otra fuente sindical, que añade: "Las empesas alardean de que son socialmente responsables, pues deben ser también laboralmente responsables".

Otra de las cuestiones clave que los sindicatos quieren hablar con la banca es el empeoramiento del clima laboral que se ha dado en las plantillas de los bancos "por la carga de trabajo que queda después de los procesos de reestructuración", como explicaban fuentes de CCOO a este periódico antes de que comenzaran estas reuniones.

En próximas reuniones sí se pondrán encima de la mesa propuestas detalladas, como que exista una tasa de reposición en la plantilla o algún tipo de contratación tras los ERE masivos, así como alguna cláusula de revisión salarial.