Andrea Orcel, consejero delegado de UniCredit, durante el juicio contra Santander por su fichaje fallido.

Andrea Orcel, consejero delegado de UniCredit, durante el juicio contra Santander por su fichaje fallido.

Banca

Orcel deberá traer a Madrid al presidente de UBS para que siga el juicio contra Santander

La acusación decide finalmente no prescindir de su testimonio y el de otro directivo de UBS y el magistrado del caso prefiere que acudan en persona.

20 mayo, 2021 02:25

Noticias relacionadas

El fin del conflicto judicial que Andrea Orcel, consejero delegado de UniCredit, abrió hace unos dos años contra Santander por su fichaje fallido como número dos de Ana Botín deberá esperar un poco más, para decepción de ambas partes. El juicio, que se inició el miércoles con gran presencia mediática, fue suspendido tras dos horas y media para que tanto Axel Weber, presidente de UBS (el banco que Orcel abandonó tras su fichaje por Santander), como su director global de Compensaciones, Mark Shelton, puedan declarar en persona como testigos del caso.

Para que ello suceda, Orcel y sus letrados deberán convencerles de que se desplacen desde Suiza hasta Madrid, algo que ya han rechazado hacer en una ocasión, precisamente para evitar estar presentes en la que ha sido la primera parte del juicio. La acusación había llamado inicialmente a estos dos directivos de UBS como testigos para aportar su versión de los hechos, si bien ambos presentaron informes médicos para evitar comparecer en los juzgados madrileños de Plaza de Castilla.

Sus alegaciones fueron aceptadas y, con el objetivo de no demorar más el proceso, tras dos aplazamientos previos del juicio, la acusación se mostró favorable a renunciar a las testificales de los dos directivos de UBS.

La celebración de la primera parte del juicio el miércoles, sin embargo, ha dado al traste con estos planes. El grueso de la vista fue protagonizado por la declaración de Botín como testigo, que respondió durante hora y media a las preguntas de la acusación, representada por el despacho De Carlos Remón, y de la defensa del banco, al frente de la cual está su bufete de cabecera, Uría Menéndez.

En el interrogatorio salió en varias ocasiones el nombre del presidente de UBS, así como la postura de la entidad suiza en relación con el pago del bonus en diferido que Orcel había generado durante sus años de trabajo en el banco de inversión, cercano a los 50 millones de euros, y que es la clave de bóveda del caso. Tras su fichaje por Santander, ambos bancos y el directivo mantuvieron durante semanas una negociación para ver quién debía hacerse cargo de este bonus y con qué importe, pero no se pusieron de acuerdo.

Titubeos en la acusación

El papel de Weber en el fichaje fallido de Orcel es relevante por su negativa a hacerse cargo del bonus diferido completo de Orcel. Botín reconoció que el directivo mostró su oposición desde un inicio, si bien también explicó que Sergio Ermotti, entonces consejero delegado de UBS, le comentó "exactamente lo contrario" ("El señor Orcel me dijo varias veces: 'El consejo no se va a oponer a lo que diga Sergio'", añadió).

Finalmente, UBS se negó a pagar el bonus completo, algo que comunicó a Santander por escrito en noviembre de 2018, dos meses después de que el fichaje se hiciera público.

Así lo expuso Botín durante su declaración, tras la que la acusación fue directamente interpelada por la defensa y por el magistrado del caso para conocer su disposición a renunciar finalmente a la declaración de Weber y de Shelton. Entre titubeos, el letrado principal de la representación de Orcel decidió seguir adelante con las testificales.

Andrea Orcel, consejero delegado de UniCredit, y Ana Botín, presidenta de Santander, durante el juicio por su fichaje fallido.

Andrea Orcel, consejero delegado de UniCredit, y Ana Botín, presidenta de Santander, durante el juicio por su fichaje fallido.

En ese momento, el juez decidió interrumpir el proceso, dado que los directivos de UBS no estaban en la sala, por lo que su declaración era imposible de realizar, y a pesar de que, como recuerdan fuentes jurídicas, lo habitual es que todas las declaraciones testificales se realicen en la misma sesión.

Ahora los letrados de Orcel disponen de unos días para hacer posible la comparecencia de Weber y Shelton en el proceso judicial, con el matiz de que el magistrado prefiere que acudan presencialmente al juzgado madrileño a que ambos se sometan al interrogatorio de las partes por videoconferencia, pese a la actual situación sanitaria.

No será fácil, habida cuenta de que la agenda del presidente de uno de los mayores bancos de Europa presenta poco margen de maniobra y que ya ha intentado evitar esta comparecencia. Con todo, el propio magistrado ironizaba durante el juicio con que los directivos como él están acostumbrados a realizar viajes por trabajo.

Hasta que la acusación no consiga traer a estos directivos o renuncie a sus testificales el juicio no continuará, como dejó claro el juez, por lo que el proceso podría alargarse aún algunas semanas. Una situación que, en todo caso, no es del agrado de ninguna de las partes, a las que interesa que este proceso, que comenzó hace más de dos años, culmine cuanto antes.

De la "confianza" al tímido saludo

Con el fallo aún lejos tras este revés, si algo está claro es que este proceso ha alejado por completo a Orcel de Botín y de Santander, una circunstancia que se hizo palpable el miércoles poco antes del inicio de la vista.

El banquero italiano llegó antes de las 10 horas y tomó asiento en la primera fila, mientras que Botín lo hizo unos minutos más tarde. Al percatarse de su presencia, la banquera saludó al ahora consejero delegado de UniCredit con un "buenos días", a lo que Orcel respondió simplemente levantando la mirada durante unos segundos.

Andrea Orcel, CEO de UniCredit, y Ana Botín, presidenta de Santander, asisten al juicio tras el fichaje fallido del primero.

Andrea Orcel, CEO de UniCredit, y Ana Botín, presidenta de Santander, asisten al juicio tras el fichaje fallido del primero.

Este momento escenifica el fin de una relación que ha sido de "confianza" durante décadas, tanto entre Botín y Orcel como entre el banco y el directivo, que ha liderado grandes operaciones corporativas de la entidad ya desde el mandato del fallecido Emilio Botín.

Por el banquillo pasarán también como testigos otros protagonistas del fin de esta relación, como Jaime Pérez Renovales, secretario del consejo de administración y entonces responsable de Recursos Humanos del banco, y Roberto di Bernardini, que ostenta actualmente este cargo.

El primero de ellos protagoniza, al igual que Botín, las grabaciones de conversaciones que registró Orcel y que están admitidas en la causa por el juez, algo a lo que la defensa de Santander no se opuso.

Con todo, el eje de la demanda y el verdadero asunto a dirimir es si la carta oferta que Santander entregó a Orcel en el otoño de 2018, en la que el banco se comprometía a pagar al italiano 10 millones de euros como sueldo fijo, 17 millones como prima de contratación (signing bonus) y hasta 35 millones como compensación por el bonus en diferido generado en UBS (buy out), puede considerarse un contrato o no.

Entre el no de Santander y el de Orcel deberá decidir el juez, lo que determinará la conveniencia o no del pago de una indemnización al italiano. Eso sí, el magistrado no podrá pronunciarse hasta que el juicio se reanude, lo que, por el momento, está en manos de la acusación.