Los sindicatos han sido los grandes protagonistas de la junta de accionistas de Bankia, que este martes ha aprobado la fusión con CaixaBank. Durante el turno de preguntas, los representantes de los trabajadores han insistido al presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, en la necesidad de que los empleados de Bankia no sean los principales damnificados del esperado proceso de ajustes derivado de la operación.

“Todos sabemos que estos procesos, en la práctica, no son sencillos y requieren de un esfuerzo de comprensión, paciencia y buena gestión”, ha recordado el directivo, trasladando a los sindicatos que “las condiciones de los ajustes responderán a criterios meritocráticos y no a las entidades de origen”.

En este sentido, varios representantes sindicales han mostrado su preocupación ante la experiencia de anteriores procesos similares, en los que los empleados de CaixaBank han salido beneficiados en términos de ajustes respecto a otras entidades absorbidas.

Goirigolzarri ha querido trasladar un mensaje de calma al asegurar que “todavía estamos lejos de que se produzca el cierre legal de la operación y no tenemos dimensionado el proceso de restructuración”. En este sentido, ha asegurado que los primeros en conocerlo serán los representantes de los trabajadores y, a partir de ahí, “entraremos en un proceso de negociación con tres vectores de referencia”. Según ha explicado, el primero se basará en llegar a un acuerdo con la mayoría de los representantes sindicales, el segundo en tratar de que el máximo número de salidas se produzca de forma voluntaria “en la medida de lo posible”.

Por último, ha recordado que “tendremos que enfrentarnos a la armonización de retribuciones y condiciones donde nuestra voluntad es muy clara, que esas condiciones respondan a criterios meritocráticos y no a entidades de origen”.

Retribución variable

Los sindicatos también han mostrado su preocupación por el cobro de la retribución variable en un periodo en el que, como consecuencia de la crisis, los objetivos en términos de comercialización quedaron suspendidos, pese al enorme esfuerzo realizado, como así han recordado los accionistas, por las plantillas de la red de oficinas.

Según ha explicado Goirigolzarri, la retribución variable de los empleados en Bankia depende de dos referencias clave: esa consecución de objetivos, afectada en 2020 por la pandemia, y el dividendo, afectado por las restricciones del regulador. En este sentido, el banquero ha recordado que los consejeros ejecutivos ya renunciaron a su retribución variable hace unos meses como consecuencia de la crisis.

“Las referencias anteriores hacen que hoy no sea posible afirmar si se va a devengar la retribución variable o no y la cuantía de la misma, por lo que lo haremos cuando se cierren los libros del ejercicio, algo que, por otro lado, definimos así todos los años”, ha explicado el presidente de la entidad.

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