CaixaBank desató las hostilidades en marzo de 2015. Y meses después les siguieron BBVA y Banco Santander. Los tres grandes del sector, y los que más cajeros tienen, se plantaron y anunciaron el cobro de comisiones a los clientes de otras entidades por usar sus terminales. Aquella 'guerra de las comisiones de los cajeros' generó una polémica y un vuelco en el sector cuyo impacto, según el informe que ha publicado este jueves la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) aún perdura. 

"El cambio en la política de comisiones que se produjo en julio de 2015 ha repercutido en los hábitos de los consumidores", confirma el informe. En concreto, establece que "se ha fidelizado a los clientes con la red de su banco y ha aumentado el importe medio de las retiradas de efectivo". Es decir, que se 'huye' de otros cajeros para evitar las comisiones y que, cuando se va al terminal, se saca más dinero para ir menos veces. 

Por, además, la CNMC evidencia otro cambio sustancial en el hábito de los usuarios: la pérdida de relevancia de la retirada de efectivo. "Cada vez se usa menos el dinero en efectivo", concluye la Comisión. Y basa su apreciación en los datos: "Desde hace tres años, el importe global de las operaciones pagadas con tarjeta supera el volumen total de efectivo retirado en cajeros automáticos. En 2017 el volumen de estas operaciones con tarjeta se ha triplicado hasta superar los 3.400 millones de transacciones, tras crecer un 13% interanual".

El trabajo de la CNMC constata además que "la reducción en el número de cajeros, que se agudizó con la crisis financiera, se ha detenido". Al cierre de 2017 el parque de cajeros se situaba en 50.839 terminales, de los que el  61% corresponde a eis entidades: Caixabank, Santander, BBVA, Bankia, Sabadell y Euro Automatic Cash (Popular). Caixabank cuenta con el 18,5%, BBVA con el 12,5%, Bankia y Santander con el 10% cada una, detalla la Comisión.

También precisa que "desde 2015 España ocupa la quinta posición en la UE por número de cajeros y cuenta con un terminal por cada 996 habitantes". Y añade: "Su distribución territorial es desigual. En términos generales, el mayor número se concentra en Cataluña, Madrid y Andalucía; por el contrario, el menor Ceuta y Melilla, La Rioja y Cantabria".