Imagen de la sede de ITP Aero.

Imagen de la sede de ITP Aero. EUROPA PRESS

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Bain espera disparar el valor de ITP Aero en 5 años a más de 9.000 millones con la aviación comercial y el 'boom' en defensa

La compañía vasca no descarta acuerdos o alianzas estratégicas que eleven su capacidad tecnológica, la gama de productos o su base de clientes.

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Las claves

Bain Capital espera aumentar el valor de ITP Aero a más de 9.000 millones de euros en 2030, apoyándose en el crecimiento de la aviación comercial y el auge del sector defensa.

Desde su compra en 2021 por 1.700 millones, ITP Aero ha duplicado ingresos hasta superar los 1.600 millones anuales y prevé alcanzar un ebitda cercano a 700 millones al final de la década.

ITP Aero refuerza su posición en motores de aviación y participa en proyectos clave como el futuro avión de combate europeo FCAS, consolidando su papel estratégico en la industria aeroespacial y de defensa.

La apuesta de permanencia y expansión en el País Vasco prevé la creación de 1.600 empleos adicionales y mantiene a ITP Aero como empresa estratégica bajo supervisión del Gobierno español.

El fondo norteamericano de capital riesgo Bain se ha encontrado en ITP Aero una de las inversiones más rentables de toda su multimillonaria cartera. Y no está dispuesto a soltarlo, al menos, hasta 2030.

Compró la empresa en 2021 por 1.700 millones de euros, con un plazo de cuatro años de permanencia. Ese periodo se amplía ahora en cinco ejercicios más con la creación de un 'fondo de continuación' en el que la empresa se valora ya en más de 5.000 millones.

Fuentes cercanas a la compañía vasca aseguran que la apuesta del fondo pasa por aprovechar el boom de la aviación comercial (más del 70% de su facturación) y el nuevo tirón de la industria de defensa (solo el 15% del negocio), para poner a ITP en una valoración superior a los 9.000 millones en 2030.

Bain controla ahora algo más del 76% de ITP Aero, que se une al 8% de JB Capital (Javier Botín), el 9,5% de Indra y el 6% del fondo público vasco Finkatuz. La empresa tiene cinco plantas en el País Vasco y 6.000 empleados en todo el mundo.

Cerró el ejercicio pasado con más de 1.600 millones de ingresos, un 24% de aumento y más del doble que cuando la compró Bain, tres años antes. Las expectativas pasan por mantener ese ritmo de crecimiento este año y lograr un ebitda cercano a los 700 millones al final de la década.

El lanzamiento del fondo secundario supone que tanto los partícipes de Bain Capital en la empresa como los socios actuales pueden optar por seguir adelante, con esa revalorización, o retirar sus plusvalías.

Aunque desde el entorno del fondo se asegura que todos los socios permanecen -"no entra nadie; no sale nadie"-, otras fuentes del mercado aseguran que la operación de refinanciación que se genera, al tener más valor, puede abrir un hueco a otros inversores.

No obstante, todo el proceso está controlado por Bain desde el punto de vista financiero para que la estructura de capital permanezca estable este tiempo.

Hace apenas un mes, los socios se repartieron 800 millones de dividendo, que junto a los 630 de un año antes han cubierto casi todas las inversiones iniciales. La renovación de sus participaciones amplía la capacidad de financiación de la compañía para afrontar las fuertes inversiones a largo plazo que exige su actividad.

Defensa europea

ITP se ha hecho un hueco en el negocio de los motores de aviación y mantiene acuerdos con los grandes grupos a nivel mundial. Desde su anterior dueño, Rolls Royce, hasta firmas de la envergadura de Pratt&Whitney.

Mientras consolida su actividad en la aviación comercial, un sector que crece a un ritmo del 10% anual, los responsables de la empresa esperan grandes avances en el negocio del mantenimiento y el ámbito militar.

El carácter dual de la mayor parte de su portfolio (turbinas y componentes de motores de aviación) les abre las puertas en el negocio de los cazas y en la industria militar aérea.

Fuentes cercanas a la empresa vasca aseguran que las vistas están puestas en el nuevo mercado europeo de defensa y la necesidad que tiene de crear grandes consorcios para competir a nivel mundial.

Ya están implicados en proyectos como el futuro avión de combate europeo FCAS, pero sus motores y la capacidad tecnológica que pueden desplegar son fundamentales en otros ámbitos de la defensa aérea global.

A pesar de que Indra forma parte de su accionariado y siempre ha querido ampliar esa participación, no parece que las miras de Bain estén puestas en reforzar su relación con la tecnológica participada por el Estado.

Si bien desde el fondo se mantienen bajo mínimos las opciones para que entren nuevos socios, desde la compañía no se han descartado nunca acuerdos o alianzas estratégicas que eleven la capacidad tecnológica de ITP Aero, su gama de productos o su base de clientes.

A nivel institucional, la apuesta de permanencia en el País Vasco es un acicate para el Ejecutivo de Imanol Pradales, que ve en ITP Aero una de sus grandes opciones de nueva inversión y creación de empleo de alta cualificación. Se prevé que genere 1.600 empleos más en estos años.

Fuentes cercanas a ese Ejecutivo autonómico descartan mayores aportaciones desde el fondo público, dado el nivel que ha alcanzado la empresa. Pero miran otras opciones de inversión, si fuera necesario, mediante consorcios privados u otras empresas del sector ya implantadas en suelo vasco.

A nivel nacional, el crecimiento exponencial de ITP Aero se ve como un avance en el sector aeroespacial de una empresa que se considera estratégica.

Eso obliga a que cualquier reinversión u operación que se realice, ahora o a futuro, tendrá que pasar por el filtro y la autorización del Gobierno de turno. Eso sí, dentro de cinco años, las cantidades estarán muy por encima de las que había en 2021, cuando se aprobó la entrada de Bain.