
Airbus A400M
Airbus borra las dudas sobre la continuidad del A400M en Sevilla tras el compromiso del Gobierno de adelantar pedidos
La multinacional advirtió hace meses de que necesitaba "claridad" en los encargos para garantizar el futuro en la planta andaluza.
Más información: Faury (Airbus) advierte sobre la continuidad del A400M: "Necesitamos más claridad y visibilidad sobre los pedidos"
Se acabaron las dudas sobre la continuidad de la planta del A400M en Sevilla, donde se ensambla una de las aeronaves más versátiles de la multinacional y que lleva meses pensando en su futuro tras el recado lanzado por su CEO, Guillaume Faury.
El trabajo aquí finalmente seguirá, y se respira alivio en la zona, porque la compañía ha confirmado un reajuste de calendario de los pedidos que permite que tener certeza sobre la producción hasta 2030.
Lo han cerrado dentro de un pacto alcanzado con los países de lanzamiento del A400M, un grupo en el que se encuentran Francia, Reino Unido, España y Alemania. Entre las medidas acordadas destaca un punto clave sobre el que se lleva meses pivotando: el compromiso de algunos Estados por concretar su calendario de pedidos.
Era una cuestión esencial porque un atraso más allá de esa fecha clave de 2030 podía implicar que hubiese huecos en la producción anual que la planta debe ejecutar para evitar sobresaltos, y que se cifra en ocho aeronaves.
Había dos países que planteaban dudas sobre si ese ritmo se mantendría, y ambos han manifestado su intención de dar un paso adelante. Son Francia y España, que han declarado que su "intención de adelantar" cuatro y tres de estas aeronaves, respectivamente, en su calendario de entregas.
La circunstancia permite inferir que habrá estabilidad durante los próximos cinco años, si bien el acuerdo prevé otras salvaguardas para dar mayor sustento al programa. Así, Airbus y los países de lanzamiento revisarán anualmente el estado industrial del programa.
Se trata de impulsar la plataforma y "abrir oportunidades de exportación", señala la compañía, que busca mercados alternativos para seguir produciendo este modelo una vez los países de lanzamiento se vean completamente surtidos.
Por ahora los principales clientes de exportación con Malasia e Indonesia. También hay pedidos relevantes de Kazajistán. Es un inicio en la tarea, que va más lento de lo que le gustaría a la multinacional con sede en Toulouse, como declaró recientemente Faury.
Recados en plena escalada en Defensa
La alerta sobre el A400M fue dada de forma oficial por el CEO en la presentación de resultados de la compañía. Era febrero y el mensaje fue nítido para quien quisiera entender.
"Necesitamos más visibilidad y claridad", dijo, "sobre el número y la naturaleza de los pedidos, dado que queremos seguir produciendo el producto".
La compañía ya se estaba preparando por si las cosas se torcían. En sus resultados de 2024, año en el que incrementó un 12% sus beneficios, hasta los 4.232 millones de euros, había aprovisionado 121 millones de euros dentro del programa del A400M.
¿Motivo? Era el reflejo, explicó Airbus, de "la actualización de los supuestos debido a una nueva modificación del contrato con las naciones de lanzamiento" y "al riesgo en el plan de producción".
"En vista de la incertidumbre relativa al nivel de pedidos de este avión, la compañía continúa evaluando el posible impacto en las actividades de fabricación del programa", apuntaron en sus resultados, y Faury amplió después en rueda de prensa el recado resaltando el contexto internacional.
"Los diferentes presupuestos están bajo presión, pero también está la intención de hacer más en defensa", apuntó.
En virtud del acuerdo ahora cerrado, la compañía se ha comprometido a trabajar en la mejora de los costes operativos mediante la optimización del mantenimiento y medidas de eficiencia, y a agilizar y optimizar los futuros desarrollos del A400M.
Entre estas nuevas capacidades, se están estudiando por ejemplo aumento de la carga útil a 40 toneladas, nave nodriza para portaaviones remotos y lucha contra incendios.