Sede de CriteriaCaixa en Barcelona.

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Reynés cierra la renovación de la cúpula directiva de Criteria para dar cerrada la etapa de Ángel Simón

Resolver la salida de los fondos de Naturgy y zanjar la decisión sobre Celsa son los dos asuntos prioritarios de más calado que hay sobre la mesa.

Más información: La apuesta de Fainé poniendo a Reynés al frente de Criteria augura "cambios profundos" en el universo Caixa.

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El nuevo vicepresidente de CriteriaCaixa, Francisco Reynés, y su director general, José María Méndez, ultiman una renovación completa de la cúpula directiva del holding industrial que se había formado en torno a su antecesor, Ángel Simón.

Fuentes conocedoras del proceso aseguran que toda la estrategia va a pivotar sobre Reynés y el director general de la Fundación La Caixa y secretario del consejo de Criteria, Josep María Coronas, y llevará a una revisión del plan estratégico que presentó Simón hace ahora un año.

Aunque desde la entidad no se hacen comentarios, fuentes del mercado admiten que eso supone un freno al trasvase de directivos de confianza que el anterior CEO había hecho desde Aguas de Barcelona para 'recuperar' incluso parte del equipo que había antes de la llegada de Simón.

El primer paso para rehacer la cabeza del holding se dió en apenas una semana con el nombramiento de Méndez como director general y de Adolfo Feijóo como director general adjunto, con los consejeros José Antonio Asiáin y Marcos Contreras como miembros de la comisión ejecutiva, junto a Fainé y Reynés.

A partir de ahi, se produjo la salida de algunos de los directivos que llegaron con Simón, como Ciril RozmanJorge Manent, un proceso que se acaba de culminar a finales del mes pasado para dar inicio a una nueva etapa en el grupo, justo un año después de que presentara su plan estratégico.

A falta de saber cómo va a quedar el plan de Criteria para adaptarse a la hoja de ruta que va a presentar su propietaria, la Fundación La Caixa, lo que está claro en el mercado es que Reynés se moverá más en el análisis industrial de los proyectos, con Coronas encargado de la parte jurídica y financiera, como abogado del Estado experto en ambas áreas.

Reynés y Coronas repiten al frente de Criteria el tandem que ya forjaron hace justo 15 años, en junio de 2010, uno como CEO y el otro como secretario del consejo de Abertis. Una amistad estrecha que han mantenido durante todo este tiempo, aseguran fuentes cercanas a ambos.

Por encima de ambos se coloca la figura de Isidro Fainé como presidente de la fundación y la corporación, que logra imprimir un ritmo más pausado al planteamiento de Simón y su equipo en sus apenas 15 meses al frente de Criteria.

Criteria acumula una inversión de casi 30.500 millones de euros en grandes empresas españolas. Además del control de Caixabank y Naturgy, clásicos de su cartera. Durante la etapa Simón se realizaron operaciones clave en Telefónica, ACS, Colonial, Puig, Europastry o Veolia, entre otras.

La idea era llegar a 2030 con activos por valor de 40.000 millones de euros, más diversificados, para otorgar a su propietaria unos dividendos anuales de 700 millones de euros para obra social.

Fuentes cercanas a los nuevos responsables aseguran que lo lógico es que ese plan no se desvíe mucho ahora en las cifras previstas, aunque sí en el camino, la gestión y la estrategia para conseguirlas.

En cualquier caso, se mantendrá la máxima que el propio Fainé marcó durante la presentación del plan de Criteria, hace doce meses: "Nuestra preferencia por empresas con negocios ya consolidados, y que, a la vez, cuenten con oportunidades y fortalezas para expandirse y generar cada vez más valor".

Naturgy y Celsa

Tras la renovación de su cúpula directiva, las dos 'patatas calientes' que el tándem Reynés-Coronas va a tener que lidiar en breve pasan por los planes para uno de sus clásicos, Naturgy, y la resolución de su último problema, Celsa.

A pesar de las informaciones contradictorias sobre la posible entrada de la emiratí Taqa en Naturgy, fuentes cercanas a la operación aseguran que las conversaciones siguen, aunque no se hagan de forma oficial.

Naturgy tiene encauzada la auto opa sobre el 10% de su capital, que junto a la posición mayoritaria del 26,7% de Criteria, otorgan a su presidente (el propio Reynés) un mayor margen de control ante la previsible salida de, al menos, dos de sus fondos accionistas, Blackrock (a través de GIP) y CVC.

Incluso la SEPI se mantiene al tanto de esa opción emiratí para que nunca se pierda el núcleo duro español en la gasista, estratégica para el futuro energético del país. La dependencia del gas argelino de su socio, Sonatrach, mantiene frenada la operación emiratí.

Mientras se busca una solución a Naturgy, otra clave a corto plazo será la decisión final sobre si se entra o no con un 20% en el capital de Celsa, empresa catalana controlada por los fondos acreedores desde hace dos años y que tiene la obligación de buscar socio industrial.

Existe un principio de acuerdo firmado por el equipo de Simón en Criteria para entrar en Celsa, pendiente de ratificar por el Consejo y bajo una due diligence que determinará si los 250 millones previstos para la operación están o no dentro del mercado.

Fuentes del sector aseguran que la venta de las filiales de Polonia y Reino Unido, decidida por los fondos, ha recortado el valor de Celsa, pese a sus más de 4.700 millones de facturación. La deuda que arrastra las malas perspectivas de la siderurgia a nivel mundial han frenado en seco la operación.

Tanto es así, que el mercado da por hecho que Criteria no entrará en Celsa, sobre todo porque no hay socios industriales (ellos no pueden serlo) y, en palabras de Fainé hace un año, porque no presenta "posiciones financieras sólidas, así como políticas de pago de dividendos continuos y crecientes”.

Fuentes del sector delatan un interés creciente de las otras tres empresas interesadas en Celsa -la vasca Sidenor, el grupo Cristian Lay y la gallega Megasa- en quedarse en todo o en parte con lo que vendan los fondos de Celsa.

Precisamente, la operación Celsa se pone como justificación de las últimas diferencias entre Fainé y Simón, junto con el mayor acercamiento de este último al PSC, frente a la 'simpatía' por el PP que se le achaca al nuevo vicepresidente.