
VCR 8x8 Dragón
EEUU vigila a la industria de Defensa española y frenará el asalto "no permitido" de Indra a Santa Bárbara
Las negociaciones de los aranceles de Trump han puesto bajo la lupa cualquier movimiento de las empresas españolas sobre intereses americanos en Europa.
Más información: General Dynamics rechaza la venta de Santa Bárbara y frena los planes de Indra para ser 'campeón nacional'.
En las nuevas relaciones económicas y comerciales entre España y EEUU entra todo, desde la deuda y los aranceles a la industria de la defensa. Esto llega hasta el punto de que en la Casa Blanca vigilan de cerca los movimientos de las empresas españolas de armamento para evitar un asalto "no consentido" de Indra a Santa Bárbara.
Fuentes consultadas por EL ESPAÑOL en EEUU -y conocedoras de los vaivenes que está dando esta situación- aseguran que el ataque de Trump contra Europa a todos los niveles "es frontal, y con recursos muy convincentes" en lo que a industria de defensa se refiere.
La visita de una delegación norteamericana de General Dynamics a La Moncloa el mes pasado ha hecho mover piezas en el escenario de la recomposición del sector en España, a partir del rechazo de la integración de su filial en Indra.
Al contrario, la multinacional con sede en Virginia ha anunciado nuevas inversiones y encargos a las plantas de Santa Bárbara y hasta la elaboración de un plan industrial para reforzar su posición en el nuevo mercado europeo, aún por definir.
Algunas empresas cercanas a esa pugna aseguran que desde la Administración Trump se llegó a enviar una advertencia oficial al Gobierno español para frenar las presiones sobre su compañía en España, controlada por la filial europea General Dynamics European Land Systems, con sede en Madrid.
La comparecencia del presidente de Indra, Ángel Escribano, en el Congreso terminó de agotar la paciencia de los dirigentes de Santa Bárbara Sistemas, al acusarles de dejadez en las inversiones del grupo español desde que lo compraron, en 2001, por apenas cinco millones de euros.
Precisamente esa es la cantidad que esta misma semana acaba de anunciar General Dynamics que se va a invertir en las instalaciones de Trubia, para aumentar un 50% el personal y mejorar su cualificación de cara a la fabricación del carro de combate 8x8 Dragon, el proyecto estrella del Ejército español.

Omicrono
Los retrasos y las multas acumuladas en ese programa se han intentado paliar con la entrega de los cuatro primeros vehículos, de los 34 que se deben aportar en todo el año, mes a mes, para cumplir con un calendario ya revisado y prorrogado.
Fuentes cercanas a ese proceso aseguran que el proyecto de hacer las 348 unidades del 8x8 que conlleva el contrato por 2.400 millones se ve aún lejano, toda vez que desde Indra todavía no se ha formalizado el pago y el control del 51% de Tess Defense, el consorcio que forma con General Dynamics, Escribano y Sapa para este desarrollo desde hace más de una década.
Y todo ello a pesar de las buenas intenciones anunciadas ahora desde la filial española de General Dynamics ante la ministra de Defensa, Margarita Robles, para aportar toda su tecnología al proyecto y que llegue a buen fin de la mejor manera.
Sapa y el MX30
Hay que recordar que General Dynamics compite ahora en Estados Unidos con la filial de la alemana Rheinmetall (participada por capital americano), líder en Europa en ese segemento, en el contrato estrella de su nuevo blindado, el MX30, que está llamado a sustituir al mítico Bradley del Ejército de EEUU.
Los prototipos están diseñados y en pruebas, con un coste inicial de 1.600 millones de dólares que puede llegar a largo plazo a ser un negocio cercano a los 46.000 millones, según los datos iniciales del proyecto.
Es en ese proyecto donde quiere entrar con sus transmisiones la guipuzcoana Sapa Plasencia, si bien compite con la americana Allison Transmission, que ha copado gran parte de protagonismo en ese proceso.
Sapa comparte en España el proyecto del 8x8 Dragon con General Dynamics, Escribano e Indra, pero no parece que las cosas vayan demasiado bien con el acople de sus transmisiones a la tecnología de ensamblaje de la multinacional norteamericana, a través de Santa Bárbara.
De una forma o de otra, la idea del Gobierno español de crear un "campeón nacional" en defensa a partir de Indra y Navantia, con la recompra de Santa Bárbara, y ensamblar carros de combate 'made in Spain' como el 8x8, está bajo la lupa en EEUU, como los aranceles, y más en el aire que nunca.