
El ex presidente de Sacyr, Luis del Rivero, en la Audiencia Nacional, junto a su abogado, Jaime Campaner.
Luis del Rivero declara en el juicio que quien ordenó espiarle en 2011 "tenía que saber que Villarejo era policía" en activo
El empresario murciano ha declarado como perjudicado del llamado 'Proyecto Wine', por el que la Fiscalía pide 40 años para Villarejo.
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El expresidente de Sacyr Luis del Rivero ha declarado este lunes en la Audiencia Nacional, en el juicio contra el excomisario José Manuel Villarejo.
La Fiscalía pide 40 años de cárcel para el expolicía por, supuestamente, espiar ilegalmente a Del Rivero para boicotear el pacto entre Sacyr y la mexicana Pemex para hacerse con la mayoría de acciones de la petrolera española Repsol en 2011. Aquella operación recibió el nombre de Proyecto Wine.
¿Cómo se gestó? Según Anticorrupción, con dicho objetivo en mente, "los más altos directivos de Repsol adoptaron diferentes medidas" en contra de las aspiraciones de Del Rivero.
Y los principales responsables de Seguridad Rafael Araujo y Rafael Girona, también acusados en este juicio, "para cumplir con el mandato de sus superiores", contactaron en octubre de 2011 con Villarejo. Y lo habrían hecho "a sabiendas de que se encontraba en servicio activo como Comisario del Cuerpo Nacional de Policía y que podía servirse de dicha condición".
Durante su declaración, Del Rivero —que ejerce la acusación particular en esta causa, como supuesto perjudicado por esta operación— también ha defendido esta tesis. Ha señalado que la lectura de las agendas del excomisario es "realmente interesante", porque incluye detalles, como alusiones al caso Pujol o la financiación de Convergencia, que prueban que "quien está recibiendo esas informaciones [sobre él proporcionadas por Villarejo] tenía que saber que [este último, en aquel año, aún] era policía", que estaba en activo.
En dichas anotaciones, además, aparecen en varias ocasiones las siglas LR. Este lunes, a preguntas de su abogado Jaime Campaner, Del Rivero ha señalado que lo anotado en las agendas de Villarejo sobre él corresponde, en esencia, con sus contactos, llamadas y negocios en 2011.
El que fuera presidente de Sacyr también ha admitido que "el 95%" de las personas aludidas en las notas que Villarejo elaboró corresponden a conocidos suyos y contactos incluidos en la agenda de su teléfono, a los que llamó durante aquel año.
Tal y como ha indicado Del Rivero, en dichos documentos aparecen desde llamadas a sus hijos y su mujer hasta los nombres de Miguel Blesa, Mario Conde o un directivo del banco en el que tenía cuentas abiertas.
También figuran llamadas internacionales —a Chile, principalmente— o efectuadas por Del Rivero a los números abreviados que corresponden a prefijos internos de Sacyr. "Esa [llamada] es a un amigo mío... Las tengo todas identificadas...", ha señalado sobre el listado con sus llamadas en 2011 que le ha sido mostrado durante esta sesión del juicio.
"Buscarme las cosquillas"
El empresario murciano ha explicado que, a su juicio, con tal de frustrar el pacto entre Pemex y Sacyr para lograr un accionariado mayoritario en Repsol, se trató de buscar "algún fallo" en la petrolera mexicana.
Fue entonces, según su versión, cuando comenzó a ser víctima de dicho espionaje, iniciado con la petición formulada por el que fuera jefe de seguridad de Repsol, Rafael Araujo, otro de los acusados en esta causa.
Cuando declaró en la Asamblea murciana, Del Rivero ya vinculó su cese en Sacyr, ocurrido en 2011, con el espionaje que sufrió y por el que ahora la Audiencia Nacional juzga a Villarejo, a Araujo, a un socio del excomisario (Rafael Redondo) y al antiguo responsable de Seguridad de Caixabank, Miguel Ángel Fernández Rancaño.

Fachada de la Audiencia Nacional.
Según ha explicado este lunes el empresario en la Audiencia Nacional, esta operación también habría tratado de buscarle "las cosquillas", con "datos absolutamente ficticios" sobre su vida y negocios, llegando, incluso, a vincularle a determinados casos de corrupción de la época.
"Pero aquí no se trata de mi cese, porque mi cese no era condición para romper el pacto [entre Pemex y Sacyr]. Quizás era condición necesaria, pero no suficiente", ha explicado sobre su destitución.
Del Rivero también ha recordado que, en 2011, expresó a Repsol su advertencia para que sus directivos no empleasen fondos de la compañía en pagar "agencias de comunicación, equipos de abogados, bancos de inversiones y hasta detectives para investigarnos", en alusión a Sacyr, que ya entonces era accionista de la petrolera española.
La Fiscalía Anticorrupción también ha aludido este lunes a otra de las averiguaciones que el excomisario Villarejo habría proporcionado a sus clientes: que Del Rivero se hacía chequeos médicos en Suiza.
El expresidente de Sacyr ha señalado que se trata de un dato falso: "En mi vida he estado en ninguna clínica en Suiza".
En esta pieza, la número 21 del llamado caso Villarejo, la Fiscalía Anticorrupción solicita una pena de cuatro décadas de cárcel para Villarejo; 32 años y medio para Redondo; 21 años para el subdirector de Servicios de Apoyo de la dirección de Seguridad Corporativa de Repsol Rafael Girona; 28 años para el responsable de Seguridad de Repsol Rafael Araújo y 21 años para el antiguo responsable de Seguridad de Caixabank, Miguel Ángel Fernández Rancaño.
La defensa de Del Rivero solicitó que declarasen como testigos el presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el presidente de la Fundación LaCaixa, Isidre Fainé. El tribunal, no obstante, rechazó esta petición y los dos directivos no serán citados.