Así lo indican los datos de la Agencia Tributaria (AEAT), que en su último informe (que corresponde a marzo) refleja cómo los ingresos por estas figuras se han ido moderando, o incluso reduciendo. ¿Las causas? Tanto las rebajas aprobadas por el Gobierno en productos específicos (como la energía o los alimentos) como, sobre todo, la moderación del consumo de los ciudadanos. 

"La recaudación bruta por IVA sigue desacelerándose como consecuencia de la bajada de tipos en algunos productos y también de la moderación del gasto, que además ha provocado la caída de los ingresos por Impuestos Especiales", indica el informe de la Agencia. 

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Concretamente, los ingresos por IVA crecieron un 7,2% hasta marzo (hasta los 25.274 millones de euros), un importante frenazo respecto a los dobles dígitos de 2022. Sin embargo, si la recaudación por este impuesto se traslada a términos homogéneos dicho aumento se queda en sólo un 0,8%. 

Con todo, el dato más llamativo está en los impuestos especiales más relacionados con el consumo. Concretamente, los ingresos por tasas relacionadas con las bebidas alcohólicas han caído un 5,7%, produciéndose las "mayores pérdidas en la cerveza".

Estos datos llaman mucho la atención teniendo en cuenta que en 2022 los ingresos tributarios por alcohol y bebidas derivadas subieron más de un 34%.

Por otro lado, los ingresos por los impuestos especiales al tabaco también han experimentado una reducción importante, con una caída del 7,4%. En cambio, el año pasado la recaudación por esta vía se incrementó un 9,3%. 

Moderación

Esta evolución de la recaudación prueba que el gasto de los hogares ha entrado en plena moderación. Si en 2022 creció un 4,5%, para este 2023 el Gobierno espera que aumente un 2,1%, menos de la mitad. 

Sin embargo, este pronóstico es optimista a juicio de los entes de supervisión. El Banco de España considera que el consumo de los hogares crecerá solo un 1,2% este año, mientras que la Comisión Europea es todavía más pesimista y rebaja su pronóstico al 0,9%. 

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De hecho, el consenso de Funcas (que se elabora con los vaticinios de las principales casas de análisis económico) apunta a que el aumento del consumo de los hogares se quedará en el 0,7%. ¿Las causas? Son variadas. Están tanto la pérdida de poder adquisitivo por la inflación y las escasas subidas salariales, como las subidas de tipos de interés que ya están reduciendo el acceso de las familias al crédito. 

Cabe recordar que el consumo privado y de los hogares es uno de los pilares en el que se fundamenta la economía española y los ingresos fiscales, como se pudo observar el año pasado. 

Así, este año su aportación al crecimiento de la recaudación pública va a ser menor, y eso ya se nota. Pese a ello, el IRPF sí que mantiene la buena salud: los ingresos por esta vía se han elevado un 11,7% hasta marzo (hasta los 29.737 millones de euros). Con todo, no compensan el frenazo en otros campos, lo que la recaudación pública total crece 'solo' un 2,6%.