Las profesiones STEM (aquellas relacionadas con la tecnología) y la digitalización van a ser dos factores claves en el desarrollo social y económico del futuro. Para que estas oportunidades lleguen a todas partes, la Fundación Cellnex ha llevado a las colonias textiles de Puig-reig (Barcelona) un campamento tecnológico para jóvenes con el que promueve la educación y contribuye a dinamizar la zona a través de la conectividad. 

El campamento se organizó en colaboración con la Fundación Catalana del Esplai (Fundesplai), Code.org, el Ayuntamiento de Puig-reig y el Departament de Polítiques Digitals de la Generalitat de Catalunya; y se desarrolló durante este mes de julio, en la colonia de Cal Pons.

En ese tiempo, jóvenes de entre 9 y 15 años pudieron aprender programación, a la vez que disfrutaban de actividades lúdicas y deportivas. Por ejemplo, tuvieron excursiones al aire libre y realizaron talleres de oratoria, orientado a estimular la integración y el desarrollo de los jóvenes, su capacidad de liderazgo, el lenguaje y expresión corporal. Además, el inglés fue el idioma vehicular de las actividades de ocio, permitiendo reforzar la práctica de esta lengua, que es fundamental en el mundo tecnológico. 

Albergue de Cal Pons donde se ha desarrollado el campamento.

"Hemos dotado de conectividad espacios donde antes no había, y hemos hecho que esta conectividad tenga un uso de educación que ayudará a nuestros niños, niñas y jóvenes a prepararlos para el futuro", comentó Àngels Ucero, directora de la Fundación Cellnex.

Bajo el lema Preparando el futuro, el objetivo principal del campamento era acercar a los jóvenes al mundo de la programación de una forma fácil e interesante, para despertar su curiosidad y que conozcan de primera mano todas las posibilidades que les ofrece ese sector. Para ello, realizaron los cursos de Code.org, que son utilizados por estudiantes de todo el mundo y adaptan la enseñanza de ciencias de la computación a niveles de primaria y secundaria.

"Empecé Code.org con la visión de que cualquier estudiante y escuela pudiese tener la oportunidad de aprender ciencia computacional y de que esa oportunidad significase hacer crecer a la comunidad y que pudiese ayudar globalmente", declaró Hadi Partovi, creador de Code.org.

Prácticamente todos los trabajos del futuro tendrán una base tecnológica, y es por ello que enseñar el lenguaje de las máquinas es imprescindible hoy en día, al igual que se enseña a los más pequeños los animales, las plantas, las partes del cuerpo humano o geografía. 

Es esencial, además, que este conocimiento llegue en igualdad de condiciones a los niños en riesgo de exclusión. Por ello el fundador de Code.org añadió que su labor busca ayudar especialmente a comunidades de bajos ingresos "donde los niños tienen grandes necesidades. Es lo más importante enseñar a esos niños y darles la oportunidad de tener un futuro mejor".

Y es que, tal y como explicó la directora de la Fundación Cellnex, el campamento estaba dirigido a "niños, niñas y jóvenes de la comarca, de familias vulnerables", así como a hijos de los empleados de Cellnex. Además, la Fundación Cellnex subvencionó el coste total de los campamentos y se aseguró de proporcionar el equipamiento necesario, así como en la organización de las Colonias.

El resultado fue conseguir que los jóvenes no tengan miedo al mundo digital y que descubrieran todas las posibilidades que les abre la programación. "Cuando escuchamos la palabra programación, quizá se nos venga a la cabeza la idea de que es algo complejo, complicado... pero una vez que se sientan y ven que es sencillo, que lo único que tienen que hacer es entender cuál es el problema y darle solución, les va enganchando", aseguró uno de los profesores de la bootcamp, Borja.

Por su parte, los jóvenes confirmaron que al aprender programación descubrieron que "es muy sencillo e interesante". "Me gusta la manera en la que nos lo enseñan. Me divierte el hecho de estar jugando a la vez que programando porque es una manera sencilla, pero que aprendes a la vez", afirmó María, una campista.

Mientras que Luis, dijo que "de mayor quiero ser creador de videojuegos porque puedo expresarme y transmitir a las personas lo que siento". 

Como destaca Àngels Ucero, "las vocaciones STEM cada vez son más demandadas y creemos que tenemos que despuntar estas vocaciones desde edades tempranas". Además de descubrirles las posibilidades de la tecnología, desarrollar el pensamiento computacional a edades tempranas tiene importantes beneficios: quienes lo hacen en la niñez tienen un 17% más de probabilidades de llegar a la universidad.

Esta iniciativa se enmarca además dentro del proyecto puesto en marcha por la Fundación Cellnex para reactivar las áreas en proceso de desinsdustrialización en Cataluña. A través de distintas acciones que apuestan por la innovación, busca impulsar la actividad económica en el territorio.

Para ello, dan una nueva vida en los edificios vacíos de la colonia Cal Pons, habilitándolos como espacios de uso social y educativo que faciliten el desarrollo empresarial y fomenten la innovación de la zona gracias a la conectividad.