Conocidos como Piraña IIIC, Santa Bárbara se encargará de los servicios de reparación y mantenimiento durante un periodo de cuatro años. Lo hará en su planta sevillana, según han confirmado desde la compañía a EL ESPAÑOL-Invertia. 

El importe exacto del contrato es de 14,3 millones de euros, aunque sin impuestos la cifra baja a 11,9 millones. Esta ha sido la única oferta recibida y el procedimiento de adjudicación ha sido negociado sin publicidad, según el anuncio de adjudicación consultado por este periódico.

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El trabajo con estos blindados consiste en un F10, es decir, el vehículo se desmonta por completo y se reutilizan las piezas cuando su estado lo permita. En el caso de los elementos deteriorados, se sustituyen por otros. Además, los blindados se pintan y se les realizan diversas tareas básicas de mantenimiento como el cambio de filtros. 

En concreto, estos vehículos son empleados por la Infantería Marina de la Armada española y, en esta ocasión, se realizará el mantenimiento a 21 unidades. Anteriormente, Santa Bárbara ha contado otro contrato para realizar estas tareas en 19 vehículos, si bien estos ya fueron entregados en el primer semestre de este año.

Vehículo de combate Piraña. Ministerio de Defensa.

Aunque es una tarea que "se prolonga en el tiempo" -el contrato es de cuatro años-, la carga de trabajo es para unas 13 personas aproximadamente en dos turnos, según han explicado los trabajadores a este periódico.

La factoría sevillana se encuentra inmersa en un proceso de reorganización. La empresa anunció a principios de este 2022 que concentraría toda la producción de los blindados en Asturias y que su planta de Alcalá de Guadaíra se dedicaría a tareas de mantenimiento.

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Llegó a despedir al 10% de su plantilla, aunque luego les ofreció la readmisión tras la llamada de atención de la propia ministra de Defensa, Margarita Robles, y varias jornadas de huelga de sus empleados.

Finalmente, la compañía presentó un plan industrial y los sindicatos desconvocaron las movilizaciones. Se acordó que varias veces en el año se reunirían para comprobar la carga de trabajo existente para la planta.

Reorganización en 2023

El plan industrial entraría en vigor en 2023 y está previsto que la próxima reunión entre la empresa y los sindicatos tenga lugar en octubre. Por el momento, la mayoría de la plantilla se encuentra trabajando en el taller eléctrico.

En la actualidad, la factoría sevillana está fabricando también siete vehículos 8x8 (de los 348 encargados por Defensa) y cinco vehículos castores zapadores de los 36 solicitados.   

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A partir de 2023, toda la producción se concentrará en Trubia (Asturias) y en Sevilla se encargarán del mantemiento y taller eléctrico. Aunque los blindados lleven sello asturiano, su cableado y caja eléctrica se seguirá fabricando en Alcalá de Guadaíra.

Uno de los argumentos que logró desmovilizar las concentraciones fue el de que la flota española está "envejecida" y que, por tanto, la planta alcalareña tendría futuro si se especializa en modernizaciones y actualizaciones de vehículos ya fabricados.

La empresa aseguró que en esa factoría se repararían obsolescencias y se daría formación sobre cómo mantener los productos y usarlos correctamente, según indicaron entonces desde Santa Bárbara a este periódico.

En cuanto al empleo de esta planta, tiene unos 200 trabajadores propios, unas 120 personas más pertenecen a subcontratas y otras 50 forman parte de empresas de trabajo temporal (ETT).

Además, es una industria tractora clave en la defensa terrestre de la provincia de Sevilla y genera, entre directos e indirectos, unos 800 empleos, según afirmaron entonces las diferentes patronales, que hicieron frente común para frenar la pérdida de la producción de estos blindados.