"Vamos a tener un papel similar a la columna vertebral de todo el sistema para que todos los sectores y todas las industrias desarrollen los nuevos modelos industriales que se están poniendo encima de la mesa. Estamos al servicio de la sociedad como un gestor neutral de la infraestructura, tanto en la red eléctrica como en la conectividad de fibra óptica oscura y satélite", explicó Corredor.

Según su visión, el punto de partida de la compañía, que ha cumplido 36 años, invita al optimismo a la hora de valorar las posibilidades que tenemos para alcanzar los objetivos marcados. "Los datos son espectaculares. En 2020, las energías renovables ya generaron el 44% de toda la energía que se produjo en España. Pero es que, además, el parque instalado representa el 54% de la generación".

Durante el pasado año, la eólica ya fue la segunda energía del país y la fotovoltaica subió un 65%. Unos datos que la presidenta de REE quiere superar en 2021. "Esperamos que en 2021 la eólica se convierta en la primera energía del país por encima del 28% y que las solares se posicionen de forma muy potente. No hay más que ver que el pasado 4 de abril la solar generó el 44% del total de la energía de España. Un dato totalmente espectacular".

Integrar renovables de forma razonable

Para ello, el gran reto que tiene esta compañía es dar cobijo a toda la nueva generación que está en desarrollo actualmente. "Vamos a ser capaces de integrar toda la energía renovable que se está instalando. Tenemos solicitudes de acceso y conexión de más de 145 gigabatíos. Una vez y media el PNIEC. Es tres veces la punta de demanda que se genera. Esto permite que, a través de la regulación y las subastas seamos capaces de ordenar que todas estas energías renovables se integren de forma razonable". 

Y es que, el pasado año España consiguió un importante hito. "Sólo en 2020 se han integrado cuatro gigavatios de renovables. Esto representa la capacidad de cuatro centrales nucleares". 

Lejos de estar en una carrera al sprint, Corredor explica que nos encontramos en un momento en el que es clave mirar a medio y largo plazo. "La transición energética es como subir un 8.000. Hay que entrenar, tener los materiales, los sherpas... En España, en estos momentos estamos en el campo base. Ahora toca ir subiendo poco a poco para llegar a 2050 a conseguir esa neutralidad que buscamos. La primera parada de esta ruta la tenemos en 2030, con el PNIEC. En ese año, el 74% debe ser renovable".

Para ello, la presidenta de REE ve muy necesario realizar inversiones clave de forma sostenida. "Para que se puedan integrar renovables, hay que hacer varias cosas. Tenemos que tener una red inteligente, mallada y resiliente. Esto implica que hay que invertir. Tenemos que hacer las redes existentes más resistentes. Para ello vamos a invertir más de 4.000 millones durante los próximos cinco años". 

Necesidad de almacenar la energía

Para Corredor, si importante es aportar la capacidad para generar toda la energía necesaria, también es clave dotar a España de capacidades para aprovecharla al máximo. "Tenemos que potenciar tecnologías que permitan que no se pierda energía.  ¿Esto cómo se hace? Con las interconexiones internacionales. Europa necesita nuestras renovables. Para nosotros es crítica hace la interconexión por el golfo de Vizcaya con Francia. Tenemos que potenciar este punto".

"Del mismo modo, va a ser fundamental generar capacidad para almacenar esta energía. Un caso claro lo tenemos en las islas. Mallorca y las islas Baleares ya no son una isla en el concepto eléctrico. Están totalmente conectadas con la península y con Europa. Pero las Canarias sí son islas. Necesitan un sistema de almacenamiento. Ahí existe una oportunidad con las centrales hidroeléctricas revertibles. Un proyecto en el que tenemos prevista una inversión de 400 millones", explica la presidenta de REE. 

En este punto, Corredor ve fundamental reforzar la presencia de la compañía que dirige allí donde está. "Estamos sobre el territorio a todos los niveles. No nos limitamos a pasar. Las propias energías renovables tienen un impacto territorial muy importante. Nuestro objetivo es que la vida mejore allí donde estamos. Entender las necesidades de todos los lugares donde estamos. Nuestro objetivo es que los ciudadanos sientan que, después de nuestro paso, su vida ha mejorado".

Así las cosas, REE afronta un lustro en el que su actividad aportará gran parte de los elementos que permitirán a España alcanzar las cotas de desarrollo de energía limpia que se ha marcado. Si su viaje llega a buen puerto, las decisiones que se tomen durante estos cinco años supondrán la entrada en una era más sostenible y limpia que cambiará gran parte de las dependencias tradicionales españolas en materia de energía.