El exdirector de comunicación del Banco Popular, Carlos Balado, ha señalado al último presidente de la entidad, Emilio Saracho, como una de las personas que estuvieron detrás de las filtraciones a la prensa que acabaron hundiendo la entidad.

El exdirectivo ha acudido a la Audiencia Nacional este jueves como testigo después de que la defensa del expresidente del Popular, Ángel Ron, solicitase al juez José Luis Calama que escuchara su testimonio.

Tal y como adelantó este periódico, ya en otro procedimiento judicial, Balado apuntó contra Saracho. El exdircom acusó al exbanquero de transmitir "una imagen de desconfianza hacia el banco" y ser "la fuente" directa de la información que publicó El Confidencial el 11 de mayo de 2017. En ella se afirmaba que el banco estaba en venta por riesgo de quiebra.

Este jueves, Balado se ha reafirmado en lo dicho en aquella ocasión, según fuentes conocedoras del interrogatorio al que le han sometido el juez y el fiscal Anticorrupción. Y ha ido más allá.

Su versión es distinta a lo contado por Saracho hasta ahora tanto en la Audiencia Nacional como en el Congreso dentro de la comisión de investigación de la crisis financiera.

El último presidente de la entidad siempre ha sostenido que nunca tuvo una conversación previa con el periodista que escribió esa noticia y que el banco llegó a emprender acciones legales contra ese medio de comunicación en aquel momento.

Calama investiga en dos piezas separadas por la resolución del banco. La primera está centrada en la ampliación de capital que se realizó en 2016, durante la etapa de Ángel Ron como presidente. Y la segunda en un posible delito de manipulación de mercado en el mandato de 102 días que tuvo Saracho.

'Estampárselo' a Nouy

Según Balado, la intención de Saracho siempre fue vender el banco. Y si no prosperaba esa venta el exbanquero contaba con "estampárselo en la boca" a la presidenta del MUS (Mecanismo Único de Supervisión), Danièle Nouy, siempre según la versión del exdircom contada por fuentes jurídicas.

Ese relato sobre la intención de poner a la venta el Popular encajaría con lo que contó al juez la pasada semana el expresidente de Santander España, Rodrigo Echenique, quien afirmó que ya en el mes de febrero el entonces presidente del Popular le trasladó su intención de vender la entidad.

Balado también ha sido preguntado por el polémico discurso que pronunció Saracho en la Junta General de Accionistas de la entidad y ha contado cómo desde el equipo del banco se le pidió que no trasladase una imagen negativa sobre la solvencia del banco.

La declaración de Balado se ha producido después de que la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, defendiera ante el juez que el Popular tenía un problema de liquidez y no de solvencia cuando su entidad lo absorbió por un euro en la noche de su resolución.

Un testimonio que coincide con el del gobernador Luis María Linde, que declaró justo antes del confinamiento que la resolución de la entidad se debió a una "crisis aguda de liquidez a partir del primer trimestre de 2017".