Los de Sánchez no esperarán a la OCDE. El Consejo de Ministros presentará este martes un anteproyecto de ley para la creación de la tasa Google con la que se busca gravar a determinados servicios digitales. También verá la luz la tasa Tobin, impuesto sobre las transacciones financieras.

Si bien la OCDE alcanzó un principio de acuerdo sobre el impuesto para gravar a las multinacionales tecnológicas a finales de enero, el Gobierno ha decidido avanzar la tasa Google sin esperar a un acuerdo global.

Según informa Cadena Ser, Hacienda ya ha diseñado los mecanismos para conseguir más ingresos -unos 2.000 millones de euros entre ambos impuestos-. Así, una vez remitidos los anteproyectos de ley al Congreso, estos deberán tramitarse y a continuación, ponerse en marcha su aplicación que podría retrasarse hasta la segunda mitad del año.

Pese a que el sector estima que conseguir este montante es casi imposible -algunas fuentes cifran su recaudación en solo la mitad- lo cierto es que los recursos que se dejarán percibir por esta retrasa tasa Google podrían tener un duro impacto en las estimaciones presupuestarias de este curso.

La tasa Google estaba incluida en el programa electoral del PSOE, se aprobó en la anterior legislatura, pero finalmente no se puso en marcha por la convocatoria anticipada de elecciones ante la imposibilidad de aprobar los primeros Presupuestos de Pedro Sánchez.

Tasa 'Tobin'

En cuanto a la tasa sobre las transacciones financieras, la intención del Ejecutivo es la de aplicarla sobre la compra-venta de acciones con un gravamen del 0,2% que pagarán los intermediarios, pero en el mercado se da por hecho que será trasladado de forma directa a los consumidores. 

El impuesto se aplicará sobre los títulos cuya capitalización sea superior a 1.000 millones de euros a fecha de 1 de diciembre de 2018, lo que supone afectar directamente a todas las cotizadas del Ibex 35. A ellas hay que sumarles otra treintena de compañías que cotizan directamente en el mercado continuo.

Por si fuera poco, todos aquellos fondos de inversión que tengan en su cartera alguna de estas compañías también tendrán que pagar.

Experiencias similares se han puesto en marcha ya en otros países. Así, por ejemplo, Bélgica y Grecia aplican tasas similares, y en Italia grava las acciones e instrumentos financieros emitidos por compañías italianas con una capitalización de, al menos, 500 millones con un 0,1 % -0,2 % para las operaciones over the counter (OTC) o bilatelares-.

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