La línea que separa los resortes que mueven el poder político y el económico es muy delgada. Lo ilustra bien la trayectoria de José María Michavila. El que fuera secretario de Estado y ministro de Justicia durante el Gobierno de José María Aznar se dedica ahora a asesorar inversores y a grandes fortunas, así como a mediar en conflictos empresariales, como el que protagoniza este verano Andrea Orcel con el Banco Santander.

Abogado especializado en derecho financiero, Michavila es socio de su excompañero de partido, Ángel Acebes en el despacho MA Abogados. Pero también del banquero ex JP Morgan, Daniel de Fernando, en la boutique financiera MDF Family Partners.

Con su agenda de exministro, Michavila cubre así todas las aristas del mundo de la inversión y con mucha discreción maneja asuntos financieros y empresariales en los que en muchas ocasiones ejerce como mediador, aunque pocas veces trasciende su trabajo, como sí ha ocurrido con las gestiones que realizó para Andrea Orcel en su intento de negociar con Ana Botín entre abril y mayo de este año.

Fue en 2011, curiosamente el año en el que Mariano Rajoy hizo recuperar el poder al PP, cuando Michavila y Acebes lideraron la creación del despacho MA Abogados. La firma nació tras integrar varios despachos independientes y ahora se dedica a la "abogacía de alto nivel" asesorando a empresas con negocios en España, aunque se dice que también ayudó a la cantante Marta Sánchez a registrar la letra de su himno nacional.

En ese bufete, Michavila y Acebes comparten sillón en el órgano de dirección con el consejero independiente de Iberdrola, Guillermo Alonso Olarra. 

Pese al silencio que suele rodear su trabajo, el nombre de Michavila y su despacho circuló por los mentideros financieros vinculado a un grupo de inversores mexicanos que intentó salir al rescate de Duro Felguera. En concreto a Petroza, empresa que quiso lanzar una oferta que finalmente quedó en nada por un paquete de acciones de la empresa asturiana de ingeniería.

Papel en los 'test' de Guindos

Más discreta, si cabe, es su labor como gestor en MDF Family Office junto a varios ex ejecutivos del banco estadounidense JP Morgan. Una firma para la que también trabajó Michavila tras abandonar el Gobierno, entre los años 2009 y 2015, como senior advisor.

El exministro y Doctor en Derecho ocupó ese mismo cargo en la consultora Oliver Wyman. En los años en los que esta casa elaboraba los test de estrés de la banca española encargados por el exministro Luis de Guindos para conocer mejor el estado de las entidades financieras, Michavila trabajaba para ella como consejero, aunque su aterrizaje en la consultora fue previo (2010).

Tanto en JP Morgan como en Oliver Wyman, Michavila coincidió con Daniel de Fernando, su socio en la boutique financiera especializada en dar servicio a grandes fortunas y fundaciones.

Firma con nexos angolsajones, MDF es socia de Wren Investment Office (WREN), una boutique  cuyo nombre ha aparecido en el Financial Times vinculado a la gestión de patrimonios de "ultraricos" asentados en Londres.

Con sede también en Miami y Nueva York, MDF cuida la labor filantrópica. Y también sus socios. De hecho, Michavila es patrono de la Fundación Pablo Horstmann, que ayuda a niños en situación vulnerable; de la Fundación Mencia para las enfermedades raras y de la Fundación Contemplare que se dedica a cuidar el patrimonio cultural de los monasterios.