Deutsche Bank, primer banco comercial privado de Alemania, volvió a tener beneficios en 2018, por primera vez desde 2014, y se mostró confiado de poder mejorar su rentabilidad con reducciones de costes más elevadas.

El Deutsche Bank tuvo un beneficio neto atribuido de 267 millones de euros en 2018, después de tres años consecutivos de pérdidas. El banco, que en 2017 había perdido 751 millones de euros, quiere reducir sus costes ajustados hasta 21.800 millones de euros en 2019, por debajo del objetivo que se había fijado anteriormente de 22.000 millones de euros.

Los costes ajustados bajaron el año pasado a 22.800 millones de euros (-5%), también por debajo del objetivo de 23.000 millones de euros que se había establecido. En el cuarto trimestre la caída de los costes fue, incluso, del 19%.

El presidente de Deutsche Bank, Christian Sewing, dijo al presentar el balance que "la vuelta a la zona de beneficios muestra que Deutsche Bank va por el buen camino".

Sewing hizo hincapié en rueda de prensa en que Deutsche Bank debe concentrarse en hacer sus deberes, y agregó que seguirán por ese camino. En septiembre del año pasado, Sewing dijo que en los próximos dieciocho meses quiere mejorar la rentabilidad del banco, antes de pensar en fusiones.

El jueves volvió al mercado el rumor de que Deutsche Bank y Commerzbank podrían fusionarse con ayuda del Gobierno alemán a mediados de este año.

"Se trata de dar el siguiente paso: en 2019 seguiremos recortando costes y, al mismo tiempo, invertiremos de forma precisa en crecimiento. De este modo incrementaremos sustancialmente nuestra rentabilidad" los próximos años, añadió Sewing, que no quiso comentar los rumores especulativos.

También valoró que el Gobierno alemán reflexione sobre Alemania como emplazamiento financiero y dijo que Berlín no ejerce presión para que se fusione con el Commerzbank.

Las acciones de Deutsche Bank bajaron ayer un 3,9% y este jueves han cerrado con una caída del 0,59% hasta los 7,7 euros por acción.

Los resultados de Deutsche Bank no han convencido a los inversores y Sewing reconoció que 2018 fue un año difícil y que no están donde les gustaría, pero se mostró optimista en poder lograrlo mediante la reducción de costes y el aumento de los ingresos.

Los ingresos netos se redujeron el año pasado a 25.300 millones de euros en 2018 (4 %), debido a medidas estratégicas para centrarse en negocios, la difícil situación de los mercados financieros, especialmente en el cuarto trimestre, y noticias negativas específicas de Deutsche Bank como la redada de la Fiscalía en su sede central a finales de noviembre.

El segmento de banca para empresas y de inversión redujo a la mitad el beneficio antes de impuestos (530 millones de euros), la banca minorista y comercial lo subió un 78,3% (829 millones de euros), y la gestión de activos DWS también lo redujo a la mitad (367 millones de euros). Además, los tres segmentos han bajado sus ingresos el pasado ejercicio.

REPARTIRÁ UN DIVIDENDO DE 0,11 EUROS POR ACCIÓN

Las dificultades en el cuarto trimestre hicieron que Deutsche Bank sufriera en ese periodo una pérdida neta atribuida de 425 millones de euros, un 82,3 % menos que en el mismo periodo de 2017.

La dirección de Deutsche Bank propondrá al consejo de supervisión el reparto de un dividendo de 0,11 euros por acción por 2018. Deutsche Bank tuvo en 2018 una ratio de capital de máxima calidad sobre los activos ponderados por riesgo Common Equity Tier 1 (CET1) del 13,6%. 

El número de empleados a tiempo completo se redujo en 6.000 a 91.700 personas a finales de 2018, por lo que cumplió su objetivo de quedar debajo de los 93.000 empleados.

Las provisiones para pérdidas por créditos se mantuvieron el año pasado en 525 millones de euros. Deutsche Bank resolvió completa o parcialmente 19 de los 20 casos judiciales más significativos a los que se enfrenta.