Eduardo Navarro , ex CEO de Telefónica Brasil, en una imagen de archivo.

Eduardo Navarro , ex CEO de Telefónica Brasil, en una imagen de archivo.

Empresas

Pallete se trae de Brasil a Eduardo Navarro para potenciar la imagen de Telefónica

12 diciembre, 2018 21:22
Miguel Ángel Uriondo Fernando Cano

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José María Álvarez-Pallete ha puesto manos a la obra para potenciar la imagen de Telefónica y, para ello, ha tomado una decisión radical: va a poner al frente del grupo a uno de sus mejores hombres, el brasileño Eduardo Navarro de Carvalho, y le ha dotado de un poder sustancial dentro de la compañía.

Navarro de Carvalho será Director Global de Comunicación, Marca, Asuntos Públicos y Sostenibilidad. Una mega-dirección que asume las direcciones de Comunicación, Marketing Institucional, Política Global de Marcas, Patrocinio, así como Estrategia Global de Asuntos Públicos y Ética Corporativa y Sostenibilidad, integrando y gestionando todos los activos intangibles de la compañía.

Para José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, “la larga experiencia de Eduardo Navarro y su profundo conocimiento de la empresa -donde ha trabajado en casi todos los lugares y negocios- hace de él la persona idónea para integrar e impulsar la estrategia establecida en el nuevo programa global de la compañía”.

Christian Gebara, actual COO de Vivo, asume la posición ejecutiva en Telefónica Brasil, "asegurando la continuidad del crecimiento y transformación digital de Vivo como principal operadora de Brasil". 

Un antiguo puesto para nuevos tiempos

Navarro tomará el control de un puesto que recuerda a la antigua Secretaría General Técnica de la Presidencia, a cargo de todos los asuntos que pueden tener impacto en la percepción pública de la compañía, con el objetivo fundamental de reverdecer laureles y conseguir que tanto la imagen del grupo como la cotización en bolsa del mismo alcancen niveles adecuados.

El directivo tiene larga experiencia en muchos de los ámbitos que ahora supervisará, dado que ha ocupado los cargos de responsable comercial digital (CCDO), así como director global de estrategia y desarrollo de negocio. Asimismo, ocupó la dirección de planificación estratégica y asuntos regulatorios en Telefónica Internacional.

Considerado por gente que le conoce como "inteligente, pero también listo", Navarro es un hombre de la máxima confianza de Pallete que trabajó durante años en el sector brasileño metalúrgico "con casco y todo", como reconocía en una entrevista con Forbes. Y ahora deberá volver a ponérselo, aunque sea de forma metafórica.

Entradas y salidas

Abandonará la posición, tras la llegada de Navarro, el director de Comunicación Corporativa y Marketing Institucional, José Luis Gómez-Navarro. Un veterano ejecutivo que siempre reconoció en conversaciones con medios, desde su llegada, que el suyo iba a ser un papel de transición. Gómez-Navarro seguirá en el grupo ligado a otras funciones con dedicación completa.

Navarro celebrará con la nueva posición su vigésimo aniversario en el grupo, al que se incorporó en 1999 como vicepresidente de Estrategia Corporativa y Asuntos Regulatorios de Telefónica Brasil. Ingeniero metalúrgico de formación, es exconsultor en McKinsey, como otros muchos directivos de Telefónica, y tras su nombramiento pasará a ser, en muchos aspectos, el tercer máximo responsable de la compañía, por debajo sólo de Pallete y del consejero delegado, Ángel Vila.

En realidad, el cambio de Pallete supone clonar una figura que fue esencial para Telefónica durante la primera década del siglo, la del veterano directivo de la compañía Luis Abril.

Navarro fue clave en el equipo de Telefónica que asesoró a Telefónica durante la privatización de Telebrás, que convirtió a la española en la mayor operadora de fijo brasileña, operación que completaría años después con la compra de Vivo.

Se trata de un hombre de buen trato y muy prudente, hasta el punto de que meses después de que el directivo israelí Amos Genish traicionase al grupo para ir a Telecom Italia, siguió insistiendo en que elegirle para dirigir la integración con GVT fue "una decisión acertadísima".