A 5G sign is seen during the Mobile World Congress in Barcelona

A 5G sign is seen during the Mobile World Congress in Barcelona YVES HERMAN Thomson Reuters

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Las ‘telecos’ ponen paños fríos al 5G: el 69% cree que se desplegará hasta 2025

7 noviembre, 2018 02:41

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La perspectiva de limitados ingresos en el corto plazo, es el principal condicionante para que las grandes operadoras europeas de telecomunicaciones europeas inviertan en el desarrollo del 5G. Así lo indica el último informe de Moody’s que se basa en una macroencuesta realizada a los principales actores de mercado del continente. 

El informe señala que los operadores todavía tienen en su memoria la lenta monetización del 3G y el 4G, cuya compra de licencias y desarrollo de infraestructuras les costó miles de millones de dólares. De esta manera, las grandes telecos europeas “seguirán siendo cautelosos respecto de la inversión” hasta que haya claridad en el negocio, indica el documento.

Es así como el 69% de las empresas consultadas indica que el despliegue del 5G estará comercialmente disponible entre los años 2020 y 2025, frente a un 19% que dice que no tienen planes de desplegarlo hasta no tener casos de uso reales y el 12% que afirma que solo realizará pruebas pre-comerciales después de 2020.

Unas opiniones en la línea de lo que han manifestado las telecos españolas, que no ven el desarrollo comercial hasta antes del 2021 e incluso alguna ya lo ha retrasado hasta 2022.

Fases del desarrollo del 5G

En esta línea, el informe de Moody’s espera tres fases principales para 5G en Europa: un período inicial antes de la comercialización en 2020, una fase evolutiva en los siguientes cinco años y una fase potencialmente más disruptiva más allá de 2025. “En los próximos dos años, no esperamos un aumento importante en el gasto de capital”, indican. 

Del mismo modo, no esperan un despliegue comercial de 5G hasta 2020 en Europa, aproximadamente dos años más tarde que en Estados Unidos y Asia. “Las inversiones en espectro serán el principal impulsor del gasto en esta fase porque 5G requerirá nuevas bandas sin licencia, pero esperamos que el gasto sea moderado”, advierten.

Es así como la etapa evolutiva en 2020-2025 incluirá actualizaciones de las redes 4G existentes y el despliegue selectivo de 5G. “No esperamos un aumento sustancial de los ingresos de 5G en 2020-2025 porque girará principalmente en torno a la banda ancha móvil mejorada, que será en general similar a 4G”. Este enfoque gradual permitirá un tiempo más rápido para comercializar y limitar la inversión, mitigando la presión financiera sobre los operadores, indican.

Internet de las Cosas (IoT)

Desde 2025 en adelante, existe una mayor incertidumbre sobre los ingresos y gastos de 5G ya que puede requerir una inversión significativa a medida que las empresas cambian a bandas de alta frecuencia, lo que requerirá redes más densas y más fibra para satisfacer las demandas de Internet de las cosas (IoT). 

Sin embargo, sigue sin estar claro que los ingresos adicionales serán suficientes para justificar dicha inversión. Como resultado, es probable que las compañías necesiten compartir redes y que deban cambiar los modelos de negocios más allá de la conectividad tradicional. Una opción que también se ha valorado desde España, pero ante la que algunas operadoras están todavía reticentes al no haber tenido experiencias positivas en el pasado compartiendo de redes.

Las 'telecos' mejor preparadas

La magnitud del aumento en el gasto de capital variará según la compañía. Moody’s  cree que las empresas mejor ubicadas serán las grandes compañías integradas de telecomunicaciones y cable con planes de inversión en fibra bien definidos, lo que reducirá el gasto requerido.

En esta líneas, Moody’s menciona entre las mejor preparadas a Swisscom AG (A2 estable), Orange SA (Baa1 estable), Telia Company AB ( Baa1 estable), Koninklijke KPN NV (Baa3 estable), Telefónica SA (Baa3 estable) y Altice International (B1 negativo). 

Por el contrario, las empresas de telecomunicaciones con mayores desafíos serán las pequeñas empresas centradas en dispositivos móviles que carezcan de una infraestructura de fibra importante como Sunrise Communications Group AG (Ba2 estable), Play Communications SA (Ba3 estable), Wind Tre SpA (B1 estable) y Matterhorn Telecom SA (B2 estable).

El impacto en los fabricantes

El segundo informe presentado por Moody’s analiza las implicaciones del 5G para las empresas que venden el equipo de red como Ericsson y Nokia. La demanda de inversión 5G de los EEUU, China y el noreste de Asia en 2019-2020 apoyará el aumento de los ingresos y los márgenes para estos proveedores, “antes de que la demanda de 5G finalmente se materialice en otras regiones a partir de 2020”.

Para Moody’s, el 5G evolucionará de las aplicaciones existentes y la eficiencia de la red a nuevos mercados accesibles en la próxima década. Esto debería resaltar la eficiencia de costes del cambio gradual a 5G, que se construirá de manera incremental en las aplicaciones y redes 4G. “Esto es positivo para los proveedores porque debería fomentar la demanda a corto plazo de los operadores, particularmente aquellos cuyas redes requieren mayor capacidad o eficiencia de costes”. 

Inversión en I+D

A más largo plazo, durante la década de 2020, el mayor potencial de ingresos para los proveedores de equipos proviene de una segunda etapa de verdaderas aplicaciones 5G como Internet masivo e industrial de Internet (IoT) y realidad aumentada (AR). Pero estas aplicaciones no han sido probadas comercialmente y presentan diferentes desafíos y oportunidades, lo que hace que las implicaciones crediticias de su introducción sean inciertas en este punto.

Tanto Ericsson como Nokia han aumentado el gasto en investigación y desarrollo en los últimos años, principalmente para 5G. Su mayor gasto en I+D ha mejorado la calidad de sus paquetes de productos 5G y, al mismo tiempo, ha reducido los costos de producción y prestación de servicios de los productos más nuevos. “Esperamos que ambas compañías mantengan sus niveles más altos de I+D como porcentaje de las ventas hasta al menos 2020, mientras continúan invirtiendo en aplicaciones de segunda generación de 5G”, concluye Moody’s.