El tijeretazo de UBS para Grifols tiene doble filo. Por un lado, ha recortado consejo de inversión a vender. Por otro, ha rebajado su precio objetivo hasta los 18 euros por acción, cuando su gráfica se venía moviendo por encima de los 20 euros desde el pasado mes de mayo.

Los argumentos de los analistas suizos para unas previsiones tan bajistas pasan por la irrupción de la tecnología anti-FcRn, cuya aparición en el mercado se espera para el año 2021 y que, según sus cálculos, podría amenazar un 20% de las ventas de Grifols. ¿Vemos una posibilidad muy alta de que estos medicamentos reemplacen para 2022 una parte de las ventas del grupo¿, insisten desde UBS.

En los últimos meses, tres grandes bancos de inversión más se han referido al posible impacto de esta tecnología en el negocio de hemoderivados: Barclays, Berenberg y Citigroup. Sin embargo, ninguno de ellos había señalado a la cotizada catalana con tanta contundencia como ahora UBS. En todos los casos, el área de negocio señalado es de inmunoglobulinas.

Esta nueva tecnología anti-FcRn busca combatir enfermedades autoinmunes sin necesidad de emplear estos compuestos, que son la base de los tratamientos actuales para estos trastornos. Son varias las compañías farmacéuticas que, con menor presencia en este mercado por ahora, están investigando en el desarrollo y aplicación de estas nuevas herramientas.

Con el drástico recorte en cotización de este miércoles, la compañía se adentra en terreno negativo anual más allá del 6%. Si las caídas de media sesión se mantienen hasta el cierre, la compañía se anotaría su peor sesión en tres años.

Los analistas de UBS se colocan entre los más bajistas de cuantos siguen el valor. El precio objetivo de consenso que maneja Thomson Reuters se sitúa en los 27,1 euros por acción, una cota que supone un potencial alcista del 11% frente al cierre de ayer martes.