El fabricante ferroviario Talgo logró un beneficio neto en los seis primeros meses del año de 10 millones de euros, cifra que supone un 61,6% menos que el registrado en el mismo periodo de 2017, debido a la menor actividad industrial por el calendario de fabricación de pedidos.

Según ha informado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), los ingresos entre enero y junio ascendieron a 163 millones de euros, un 24,2% por debajo de los del mismo periodo del año pasado, mientras que el resultado operativo bruto o ebitda descendió el 39,5%, a 29,2 millones.

El ebitda ajustado, que excluye elementos extraordinarios y financieros, es de 32,7 millones, un 351 % inferior al del primer semestre de 2017.

Según la compañía, la actividad industrial se encuentra en la actualidad en mínimos, pero prevé que se incremente a finales de año como consecuencia del calendario de fabricación de las últimas adjudicaciones.

En la segunda mitad del ejercicio espera "fuertes cobros" principalmente por la entrega de material del proyecto del Ave Meca-Medina, del que ya ha terminado la fabricación de casi toda la flota (36 trenes) que entregará en el primer trimestre de 2019 (actualmente ya ha enviado 19 trenes).

La línea de alta velocidad de Arabia Saudí está previsto que empiece su operación comercial en septiembre próximo, con entre 8 y 12 trenes durante un año a 200 kilómetros-hora, mientras se completa la instalación de la señalización EMTRS, explica.

Al término del semestre la cartera de pedidos asciende a 2.739 millones.

En la primera mitad del año Talgo logró nuevos pedidos por valor de 117 millones, de los que 107 millones corresponden a la reconversión de coches del tren hotel de Renfe en trenes de alta velocidad, y presentó ofertas a proyectos valorados en 1.400 millones.

La deuda financiera neta a 30 de junio pasado ascendía a 66 millones, frente a los 212 que tenía al término del mismo periodo del año pasado.