El anuncio forma parte de un gran plan de reestructuración de la firma, con sede en Derby (en el norte de Inglaterra), después de que anunciara el mes pasado la supresión de unos 4.600 puestos de trabajo durante los próximos dos años.

La transacción, según Rolls-Royce, ha sido aprobada por los consejos de administración de las dos empresas y se espera que queda completada en el primer trimestre del año próximo.

"Esta transacción se construye sobre las medidas que hemos tomado en los últimos dos años para simplificar el negocio", señaló hoy el director ejecutivo de la multinacional, Wareen East.

La venta de este negocio, agregó, le permitirá a la compañía centrarse en sus actividades centrales, como la lucrativa fabricación de motores para aviones.

El brazo comercial marítimo de Rolls-Royce emplea a unas 3.600 personas, pero el año pasado registró pérdidas estimadas en 70 millones de libras (79 millones de euros).

Kongsberg, que facilita productos para sectores como la industria aeroespacial, petróleo y gas y la defensa, opera en 25 países y dispone de 7.000 trabajadores en todo el mundo.

El director ejecutivo de Kongsberg, Geir Haoy, dijo que esta adquisición permitirá a su empresa ser "un suministrador completo para la industria marítima. La industria marítima se está volviendo cada vez más global en medio de cambios tecnológicos significativos".