En un comunicado enviado a la Comisión del Mercado de Valores lusa (CMVM), la empresa explicó que el aumento se debió al ascenso de las ventas, que alcanzaron los 185,4 millones de euros, un 8% más que en el primer trimestre del año anterior.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) subió un 9,8% y alcanzó los 36,8 millones de euros.

El grupo, con sede en Santa Maria de Feira (norte del país), está dividido en cinco sectores: producción de tapones de corcho, aislamientos, revestimientos, materias primas y aglomerados.

Por la fabricación de tapones, su principal segmento, registró hasta marzo ventas por 128,8 millones de euros, un 14,1% más que el año precedente.

La firma -que emplea a más de 3.500 trabajadores- presentaba una deuda líquida a fin del primer trimestre de 85,9 millones, según los datos publicados hoy.

La compañía es propiedad de la familia Amorim, considerada la más rica de Portugal, tras la muerte el pasado julio de Americo Amorim, su fundador, a los 82 años.

Además del negocio del corcho, Amorim es uno de los principales accionistas de la petrolera lusa Galp.