La cadena española de pizzerías se estrenó en la Bolsa el 27 de abril de 2016 a 7,75 euros por título, un precio que nunca ha vuelto a recuperar, y durante su primer año de cotización marcó el que por ahora sigue siendo su mínimo histórico: 3,88 euros.

Su primer ejercicio completo como cotizada lo cerró a 4,85 euros y hoy, cuando se cumplen dos años, sus acciones se compraban en torno a los 5,3 euros.

En los últimos dos meses, la compañía ha recibido una valoración positiva por parte de diferentes firmas de análisis e inversión, que llegaron incluso a estimar un potencial alcista de sus títulos hasta rondar los 6 euros.

Telepizza cerró 2017 con un beneficio neto de 31,8 millones de euros, tres veces más que un año antes, y aumentó un 15 % su red de establecimientos hasta superar los 1.600 locales, siete de cada diez en régimen de franquicia.

La cadena, además, ha reforzado su estrategia de expansión internacional -un punto fundamental en la opinión de los analistas- y estima incrementar sus ventas a doble dígito en los países clave, sensiblemente por encima del crecimiento esperado para España, de entre el 4 y el 5 % de cara a 2018.

La facturación total del grupo, incluidas franquicias y máster franquicias, ascendió a 562 millones de euros, de los cuáles una tercera parte procedió de su negocio fuera de España.