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La guerra por Abertis sufre un vuelco ante posible pacto entre ACS y Atlantia

La guerra abierta entre la italiana Atlantia y la española ACS por hacerse con Abertis ha sufrido un vuelco después de que ambos contendientes hayan reconocido que estudian un posible acuerdo sobre la concesionaria, sobre la que han lanzado sendas ofertas públicas de adquisición (opas).

8 marzo, 2018 17:06

"Ante las noticias aparecidas en los medios de comunicación, el grupo ACS confirma que se encuentra en conversaciones con Atlantia sobre la opa de Abertis sin que hasta la fecha haya llegado a acuerdo alguno", ha dicho el grupo presidido por Florentino Pérez, que presentó su oferta a través de su filial alemana Hochtief.

Por su parte, Atlantia ha señalado que confirma la existencia de conversaciones "preliminares" con ACS aunque ha asegurado que por el momento no existe "acuerdo alguno".

Ambas compañías salen así al paso de las informaciones que apuntan a que ACS y Atlantia exploran repartirse los activos de Abertis en un intento de evitar entrar en una guerra de ofertas, así como que el grupo La Caixa, principal accionista de la concesionaria, estaría interviniendo en las negociaciones.

No obstante, CriteriaCaixa, sociedad que gestiona el patrimonio de la Fundación Bancaria La Caixa, ha asegurado hoy que no le constan las negociaciones ni está participando en ellas.

Tras confirmarse la posibilidad de un acuerdo entre ambos contendientes, las acciones de ACS se han disparado en bolsa, puesto que el mercado entiende que la constructora tendrá que pagar menos por hacerse con los activos de Abertis que le interesan.

Por el contrario, los títulos de Abertis bajaron al prever los inversores que finalmente no habrá guerra de ofertas.

Las acciones de ACS han cerrado con un repunte del 7,75 %, la mayor subida del Ibex 35, hasta 29,34 euros, aunque en los primeros compases de la sesión han llegado a revalorizarse en torno al 10 %.

En la Bolsa de Milán, Atlantia ha subido un 5,05 %, hasta 27,05 euros por acción.

Por su parte, Abertis ha encabezado las pérdidas del selectivo español, con un descuento del 3,97 % %, hasta 18,63 euros.

La guerra por Abertis comenzó a mediados de abril, cuando Atlantia expresó su interés por explorar una posible operación corporativa con la catalana.

Tras un mes de especulaciones sobre cómo se materializaría la unión, Atlantia anunció en mayo el lanzamiento de una opa "amistosa" sobre el cien por cien de Abertis a razón de 16,5 euros por acción, pagadero en parte con acciones y que supone valorar a la concesionaria en 16.341 millones.

En octubre, ACS presentó su opa a través de Hochtief a 18,76 euros por acción, el 17 % más que la oferta puesta sobre la mesa por los italianos. Posteriormente anunció que rebajaría su precio en 40 céntimos, hasta 18,36 euros (18.184 millones), para descontar el dividendo que pagará Abertis en caso de que los apruebe su Junta.

La opa lanzada por Hotchtief aún está pendiente de aprobación por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que dio luz verde a la de Atlantia a comienzos de octubre.

Una vez autorizada la opa de Hochtief, los accionistas de Abertis dispondrían de 30 días para decidir qué oferta aceptan. Durante ese plazo, ambas opantes podrían mejorar su oferta tantas veces como quisieran, algo que no ocurriría en caso de que uno de los dos retirara su oferta.

En el caso de mantenerse ambas, cinco días antes de que acabe el periodo de aceptación, que será fijado por la CNMV, podrían hacer su oferta final en "sobre cerrado" o medio equivalente.

Atlantia, por ser el primer oferente y siempre que no haya desistido, tendrá la última palabra.

Según los expertos del despacho de abogados especializados Ayuela Jiménez, aunque la ley marca que la opa de Atlantia es irrevocable, el grupo italiano sí puede desistir de ella cuando la CNMV autorice la de Hochtief, que también sería irrevocable.

Así, la vía para evitar la guerra de ofertas podría pasar por que ambas compañías alcancen un acuerdo en virtud del cual la sociedad que tome el control de Abertis después reparta los activos bajo los intereses de ambos grupos.

En este caso, los accionistas no se verían perjudicados porque la oferta que ha resultado vigente es la más beneficiosa para ellos, según los expertos, que no aprecian ninguna disposición legal que impida esta conducta.