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El frenesí comprador de Shell acelera su carrera por las energías limpias

Royal Dutch Shell ha gastado más de 400 millones de dólares en una serie de adquisiciones en las últimas semanas, desde energía solar hasta puntos de recarga para coches eléctricos, acelerando el impulso por expandirse más allá de su tradicional negocio de hidrocarburos y reducir de paso su huella de carbono.

28 enero, 2018 12:57

Por Ron Bousso y Clara Denina

La escala de esta última ola de compras es una gota de agua en el presupuesto anual de 25.000 millones de dólares que tiene la petrolera angloholandesa. Pero el hecho de que sean sus primeras incursiones en los sectores de energía solar y electricidad minorista en muchos años demuestra la creciente urgencia de desarrollar negocios de energía más limpia.

Las inversiones se limitan a renovables como activos de biocarburantes, solares o eólicos. Shell, al igual que rivales como BP, Exxon Mobil y Chevron, apuestan cada vez más por la creciente demanda de gas, el menos contaminante de los combustibles fósiles, para abastecer la energía que necesitará el esperado auge del coche eléctrico en las próximas décadas.

Con ese fin, Shell acordó en diciembre la compra del proveedor de energía británico independiente First Utility por alrededor de 200 millones de dólares, según varias fuentes conocedoras de la operación. El valor de la adquisición no había sido revelado previamente. Shell no quiso hacer comentarios.

Con First Utility, la compañía espera encontrar una vía para colocar su gas en el mercado minorista de energía, ante una demanda que crece a medida que los conductores cargan coches eléctricos en sus casas.

A principios de este mes, la compañía se adentró de nuevo en el sector solar tras una interrupción de 12 años, con la compra de una participación del 43,86 por ciento en Silicon Ranch Corporation por 217 millones de dólares.

En los últimos tres meses de 2017, Shell también invirtió en dos proyectos para desarrollar estaciones de carga para vehículos eléctricos en autopistas europeas. También ha firmado acuerdos para comprar energía solar en Reino Unido y desarrollar redes de energía renovable en Asia y África.

Según analistas de Bernstein, las grandes petroleras han invertido más de 3.000 millones de dólares en compras de activos renovables en los últimos cinco años, la mayoría en el sector solar.

Las operaciones "verdes" actualmente suponen una media del 13 por ciento de la actividad global de fusiones y adquisiciones, añadieron.

"Sin embargo, es necesaria una mayor escala para que las "major" (las principales petroleras del mundo) operen de manera efectiva y aprovechen sus habilidades de negociación en este mercado, lo que requerirá más fusiones y adquisiciones", dijeron en una nota.

Otras compañías también han llevado a cabo inversiones.

BP regresó a la energía solar con una inversión de 200 millones de dólares en la compañía de energía solar Lightsource el año pasado, seis años después de salir escaldada del sector con una cuantiosa provisión.

Por otra parte, la francesa Total compró el fabricante de baterías Saft por 1.000 millones de dólares en 2016.