El inmovilismo de la dirección de Bankia en su pretensión de desprenderse del 14 por ciento de la plantilla de la entidad surgida de la fusión ejecutada el pasado 8 de enero es uno de los principales motivos que impulsa a los sindicatos a convocar protestas contra los despidos.

Además, los sindicatos han criticado que Bankia apenas se haya movido en sus planteamientos después de que hoy se celebrara la tercera reunión formal de las negociaciones del ERE y de que ya hubiera transcurrido más de un mes del comienzo de los encuentros informales.

En este sentido, han comentado que no entienden cómo se puede justificar el despido de todos esos trabajadores cuando el presidente de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, se muestra ufano de las cuentas del banco, así como algunos miembros del Gobierno, que recientemente privatizó el 7 por ciento de su capital.

Los representantes de los sindicatos tampoco comprenden que Bankia haya cifrado en 817 el número de trabajadores sobrantes en los servicios centrales, ya que son 140 empleados más de los que aportaba BMN a la entidad fusionada.

Por todo ello y porque los sindicatos no han recibido los informes sobre el empleo que habían solicitado y que solo se les permitirá consultar, ambas partes han acordado el aplazamiento de las negociaciones hasta el próximo jueves 25 de enero.

Así, el próximo lunes no habrá reunión porque los sindicatos necesitan tiempo para estudiar un par de voluminosos informes, uno de ellos encargado por Bankia a la consultora Oliver Wyman sobre el empleo en los servicios centrales.

El otro es el denominado Marco de Asignación de Recursos (MAR) confeccionado por Bankia, que relaciona el número de trabajadores necesario por oficina con otras variables, como el volumen de negocio, ventas o clientes.

El pasado lunes se celebró la segunda reunión del ERE y la entidad rebajó de 57 a 56 años (cumplidos a 31 de diciembre de 2017) la edad de prejubilación para sus empleados, con un porcentaje de la retribución bruta fija anual que no se concretó, calculado hasta los 61 años y descontando el desempleo.

La oferta incluye la suscripción del convenio especial con la Seguridad Social hasta los 63 años e impone una antigüedad mínima en el banco de 15 años.

El ERE prevé bajas incentivadas para menores de 56 años (también cumplidos a 31 de diciembre de 2017) con una indemnización equivalente a 25 días por año trabajado, con un límite de 18 mensualidades además de una prima de 1.000 euros por cada tres años de servicio y sin topes de antigüedad.

Además, entidad ha propuesto compensar con 3.000 euros a los trabajadores que tengan que trasladarse a más de 80 kilómetros de distancia de su residencia habitual y con 6.000 euros si son más de 180 kilómetros.

A los empleados que no acepten esta compensación por movilidad geográfica, Bankia les ofrece el despido con una indemnización de 20 días por año y con un límite de 9 mensualidades.

Asimismo, Bankia tiene intención de aceptar todas las solicitudes de salida voluntarias.

La entidad ya anunció el año pasado que iba a despedir a 2.510 trabajadores después de que se produjera la fusión con BMN, que tenía una plantilla de 4.300 empleados frente a los 13.400 de Bankia.

Los despidos se repartirán en principio de la siguiente manera: 817 trabajadores saldrán de los servicios centrales; 700 de la red de oficinas; 118 de servicios centrales territoriales; 300 por mejora de la eficiencia de sistemas y unos 210 por digitalización, al tiempo que se harán ofertas a 375 trabajadores que están actualmente en excedencia.