La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) informó este jueves de su decisión de levantar la suspensión de cotización de las acciones de Urbas, después de que la empresa remitiera los informes de valoración de activos elaborados por distintos tasadores independientes y la explicación de por qué no coincidían con el realizado por la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT).

Entonces, los títulos de Urbas cerraron la sesión con una subida del 6,25%, hasta los 0,017 euros por acción. Tres meses después, abrían la jornada bursátil de este viernes con un descenso del 5,8%, que se amplió hasta finalmente cerrar la sesión con una caída del 23,53%.

El regulador había suspendido "cautelarmente" la cotización de Urbas Grupo Financiero en las Bolsas de Valores y en el Sistema de Interconexión Bursátil el pasado 13 de septiembre, tras haber recibido un escrito de la Audiencia Nacional en el que se informaba de que la compañía y su presidente estaban siendo investigados por una querella de la Fiscalía Anticorrupción que apuntaba a un "presunto delito de estafa".

En concreto, la Fiscalía consideraría que los directivos falsearon el valor una ampliación de capital llevada a cabo en 2015 mediante una supuesta sobrevaloración de algunas de sus fincas. El importe total de dicha emisión fue de 384 millones de euros, y se realizó mediante aportación no dineraria del 100% del capital social de la compañía Aldira Inversiones Inmobiliarias con el fin de integrar dichos activos en los estados financieros de la empresa.

La AEAT valoró los activos por los que se llevó a cabo la ampliación de capital en 28,06 millones de euros, frente al informe emitido por el experto independiente CB Richard Ellis en 2015 que les asignaba un valor de 174,04 millones de euros. La tasación realizada por el Instituto de Valoraciones y Arquitasa el pasado mes de noviembre les otorga un valor actual de 180,2 millones de euros.

LOS INFORMES "NO SON COMPARABLES"

Urbas explicó el jueves que la diferencia fundamental entre las valoraciones de los auditores independientes y la recogida en el informe de la AEAT es que ésta última contempla una edificabilidad muy inferior a la prevista por los tasadores independientes, lo cual conlleva a unos ingresos de casi 300 millones de euros menos.

A pesar de que la superficie bruta incluida en los informes de la AEAT y de los tasadores contratados por la compañía coinciden exactamente, la Agencia Estatal de Administración Tributaria contempló un total de 433.981 metros cuadrados edificables, frente a los 578.082 metros cuadrados sobre rasante y los 119.944 metros cuadrados bajo rasante que calcularon los tasadores contratados, por lo apuntó que ambos informes "no son comparables".