En el comunicado, ambas asociaciones manifiestan su "compromiso con la Constitución y la legalidad vigente, y nuestra plena confianza en la capacidad de dicho marco jurídico para resolver la situación provocada por la declaración aprobada el pasado viernes 27 de octubre por el Parlamento de Cataluña".

Según insisten en esta declaración conjunta, y tras el cambio de sede social de entidades como CaixaBank y Sabadell fuera de Cataluña, las entidades integradas en la AEB y CECA están sujetas a la regulación española y europea, así como a la supervisión del Banco de España y del Banco Central Europeo. "Están igualmente comprometidas con el cumplimiento de las leyes que emanan de nuestro marco constitucional. Formar parte de la Unión Bancaria les permite cumplir con su misión principal que es proteger y gestionar el ahorro de los depositantes y financiar el crecimiento", recuerdan en el texto las asociaciones presididas por José María Roldán y por Isidre Fainé respectivamente.

Ambas instituciones han querido mandar también un mensaje sobre el impacto que el proceso soberanista podría tener en una economía española en recuperación. "El mejor camino para consolidar la recuperación de la economía y el empleo en Cataluña y en el resto de España es la continuidad del esfuerzo colectivo que, a partir de la Constitución y del Estatuto de Autonomía, ha hecho posible nuestra convivencia en libertad, la presencia de España en Europa y la mayor etapa de progreso económico y social de nuestra historia común", aseguran en el documento.

El comunicado se produce tras una semana de máxima tensión con la declaración unilateral de independencia en Cataluña y la posterior puesta en marcha del artículo 155 con la convocatoria de elecciones autónomicas en la región para el próximo 21 de diciembre. Esta semana, además, entidades como CaixaBank y Sabadell han presentado resultados trimestrales y, más allá de las cifras económicas, la situación en Cataluña centró ambas presentaciones. Entre las preguntas de los distintos medios de comunicación a los directivos destacaron aquellas referidas precisamente al silencio de la AEB o la CECA ante los cambios de sede a los que se han visto 'obligadas' ambas entidades, retirada de depósitos y pérdida de clientes incluida. Ninguno de los directivos quiso pronunciarse al respecto. 

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