Quizá las subidas de tipos de interés de la Reserva Federal (Fed) comience a notarse a partir de ahora, pero, al menos hasta septiembre, parece que no han tenido efecto sobre la economía estadounidense. Es lo que puede interpretase del crecimiento del 1,2% que Estados Unidos registró en el tercer trimestre del año respecto a los tres meses anteriores. En comparación con el mismo periodo del año anterior, la subida del Producto Interior Bruto (PIB) es del 4,9%.

De esta forma, el crecimiento trimestral se ha acelerado siete décimas respecto al 0,5% registrado entre abril y junio. La mejora anual ha sido de 2,8 puntos, al compararlo con el 2,1% del segundo trimestre, según el cálculo publicado este jueves por la Oficina de Análisis Económico (BEA, en inglés) del Gobierno.

Cabe recordar que la administración estadounidense comunica las cifras de PIB en tres ocasiones a lo largo de cada trimestre. Si se comparan las cifras de este jueves -ya definitivas-, el crecimiento trimestral del 1,2% es el mismo que el comunicado en octubre, pero una décima inferior al de noviembre.

Lo mismo sucede en comparación anual. La cifra conocida este jueves es tres décimas es la misma que la estimada en noviembre, pero cuatro décimas inferior a la comunicada en noviembre.

Con todo, esta última lectura del PIB de Estados Unidos no ha alcanzado las expectativas de los analistas, que esperaban que el crecimiento anual se hubiera mantenido en el 5,2%.

Fortaleza

Con todo, la economía estadounidense sigue dando muestras de fortaleza a pesar del endurecimiento monetario llevado a cabo por la Fed. Aunque parece que la institución presidida por Jerome Powell ha dado por finalizado el ciclo de incrementos, desde que este comenzó, en marzo de 2022, ha elevado el precio del dinero 525 puntos básicos.

A pesar de ello, el banco central estadounidense podría lograr el denominado “aterrizaje suave de la economía”, esto es reducir la inflación sin causar una recesión.

[La inflación de Estados Unidos cae una décima en noviembre, hasta el 3,1%]

Pero, “es probable que las condiciones financieras y crediticias más estrictas para los hogares y las empresas afecten a la actividad económica, la contratación y la inflación”, advirtió la Fed en el comunicado de su última reunión.

Como en anteriores ocasiones, la Fed consideró que “el alcance de estos efectos sigue siendo incierto”. La institución espera que Estados Unidos crezca un 2,6% en 2023, cinco décimas más que lo pronosticado en septiembre.

Para 2024 y 2025 contempla que la economía estadounidense se expanda un 1,4% y un 1,8%. De esta forma, redujo una décima su estimación para el próximo año y ha mantenido la del siguiente.

Asimismo, espera un incremento del PIB del 1,9% en 2026, una décima más que en septiembre