Foto de familia del acto del CGE.

Foto de familia del acto del CGE. Consejo General de Economistas

Macroeconomía

El Consejo General de Economistas defiende la inversión social como parte de las reglas fiscales

La Comisión Europa plantea el fin de la relajación fiscal para 2024.

12 septiembre, 2023 13:56

El Consejo General de Economistas (CGE) aboga por entender la apuesta por el capital humano "como una inversión y no como un gasto", y espera que así se contemple en las reglas fiscales que deberán volver a aplicarse el próximo año.

El CGE ha analizado este martes las "Asignaturas pendientes para fortalecer la economía española", con la participación de la vocal del Consejo Asesor de Asuntos Económicos del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Matilde Mas, y el catedrático de Organización de Empresas Vicente Salas

Los dos expertos fijan ya la mirada en la vuelta a las reglas fiscales que proponen desde Bruselas, después de levantarlas durante la pandemia y la guerra en Ucrania. "Pertenecemos al euro y a la unión monetaria; significa que tenemos unas reglas fiscales que tenemos que cumplir", ha recalcado Mas.

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Para la vocal del Ministerio de Asuntos Económicos, el debate ahora no está tanto en los ingresos y en los gastos como en su eficiencia. Mas aboga por una "revisión en profundidad del sistema fiscal español", pendiente desde hace tiempo, acompasado con las normas europeas.

"Volverán a la restricción de no superar el 3% para el déficit anual y el 60% para la deuda sobre el PIB. Para conseguirlo, la Comisión Europea recomienda a España una política fiscal prudente, limitando el aumento del gasto público primario y financiado con fondos nacionales al 2,6% como máximo en 2024", ha recordado.

Salas ha puntualizado que la deuda ha evolucionado en los últimos años "desacoplada con la evolución del stock de capital". La deuda pública ha pasado de representar el 75% del PIB en 2012 al 113% en la actualidad. 

"Para reducir la ratio de deuda, será necesario actuar sobre el déficit primario, es decir, sobre los impuestos (ingresos) y sobre el gasto público. Como norma general, hay que tender a homogeneizar los tipos impositivos de los impuestos indirectos e introducir impuestos medioambientales, en línea con los objetivos de sostenibilidad", ha propuesto el catedrático.

Repensar la deuda pública

En su análisis de la deuda, Salas también ha planteado que en el lado de los gastos se separen los que "contribuyen al crecimiento del capital público y al crecimiento de la economía" de aquellos gastos administrativos y de gestión.

Entre los primeros se encuentran las infraestructuras físicas, la educación y capital humano y la salud, que, a su juicio, "se deben mantener e incluso aumentar", mientras que los otros se "deben recortar aprovechando las oportunidades que ofrecen las tecnologías y los canales de comunicación digitales".

La vuelta a las reglas fiscales estará marcada por los últimos años de relajación. Dentro de la Presidencia europea, España se ha marcado que ese ajuste fiscal no se haga con recortes, al estilo de la crisis anterior.

España defiende que el gasto social se entienda como una inversión, tal y como se hizo durante la pandemia, y no está sóla en su objetivo. Bélgica, país que asumirá la Presidencia en enero, también respalda esta idea. 

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La vocal del Consejo Asesor de Asuntos Económicos del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha confirmado durante al acto del CGE que si bien el interés por sacarlo adelante ha sido del Gobierno de España, "hay otros muchos países que se han añadido".

"Está sobre los papeles. La Comisión Europea ha puesto sobre la mesa hablar de inversión social", ha asegurado. Mas también entiende el capital humano como "una inversión y no un gasto" y considera que "tiene que ser contemplado por las reglas fiscales".

En este sentido, ha recordado que, debido a las restricciones de la crisis anterior, España ha perdido "capital físico", con un deterioro de infraestructuras, colegios y hospitales. 

Salas coincide en el análisis y ha invitado a "repensar la deuda pública" y vincularla "más conceptualmente a la acumulación de capital". "Falta contabilidad empresarial para analizar la deuda y no tanto contabilidad pública", ha advertido.