La inflación de Estados Unidos se moderó en marzo por noveno mes consecutivo. Exactamente, el índice de precios al consumo (IPC) de la primera economía del mundo cerró el tercer mes del año en el 5% en tasa interanual, un punto menos que en enero.

Desde que la inflación alcanzó el 9,1% en junio de 2022 -niveles no vistos desde 1981-, todos los meses se ha reducido. En julio la tasa se situó en el 8,5%; en agosto, en el 8,3%; en septiembre, en el 8,2%; en octubre, en el 7,7%; en noviembre, en el 7,1% y en diciembre en el 6,5%.

La tónica se mantuvo en el inicio del año, cuando en enero se redujo al 6,4%, para volver a moderarse en febrero, en este último caso al 6%.

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Según se desprende de los datos difundidos este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, la tasa de marzo, ha sido además, la menos elevada desde mayo de 2021.

Tal y como explica la Oficina, el índice de energía disminuyó un 6,4% en comparación mensual, en tanto que el índice de alimentos se elevó un 8,5%.

En comparación mensual, es decir, marzo respecto a febrero, los precios en Estados Unidos aumentaron un 0,1%, tres décimas menos que el aumento registrado durante el mes anterior.

La inflación subyacente -que excluye del cálculo la energía y los alimentos frescos por su elevada volatilidad- se elevó una décima en comparación anual, hasta el 5,6%.

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Respecto al mes anterior la tasa subyacente se situó en el 0,4%, una décima por debajo del dato de febrero.

De esta forma, la moderación de la inflación general al 5% ha superado las expectativas de los analistas, que esperaban una reducción hasta el 5,1% o el 5,2%. Al mismo tiempo, la escalada de una décima de la inflación subyacente estaba contemplada en todos los pronósticos.

Fed

Como suele ser habitual, esta referencia se ha conocido tres semanas antes de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) celebre su próxima reunión, la que tendrá lugar el próximo 3 de mayo. 

Será entonces cuando los responsables de política monetaria tendrán que sopesar los riesgos de proseguir con su política de endurecimiento monetario tras conocerse una nueva bajada de la inflación, así como tras la inestabilidad financiera desatada durante el colapso del Silicon Valley Bank (SVB).

Hasta ahora, los inversores han dado mayores posibilidades a que la Fed eleve los tipos de interés 25 puntos básicos de nuevo, como ya hizo en la cita de marzo, hasta situarlos en un rango objetivo de entre el 4,75% y el 5%.