Imagen del Foro de Davos, en Suiza.

Imagen del Foro de Davos, en Suiza. EFE

Macroeconomía

Así llega la economía mundial a Davos: temor a una recesión global y a que la crisis de precios dure dos años más

La guerra de Ucrania, la transición energética y la China post-Covid permanecen como los principales interrogantes para el PIB global. 

15 enero, 2023 02:30

Quedan ya solo unas horas para comience una de las grandes citas económicas del año, el Foro de Davos, donde líderes mundiales, primeros espadas del sector privados y cabecillas de los grandes fondos de inversión se reunirán, negociarán discutirán e intercambiarán impresiones sobre el futuro de la economía mundial. Un horizonte que este 2023 está plagado de sombras

Para empezar, porque los principales riesgos económicos se mantienen. La guerra en Ucrania tras la invasión de Rusia continúa, y sus efectos sobre el abastecimiento de materias primas a los mercados también. Sus consecuencias se han dejado notar en la Unión Europea (UE), donde el coste de la energía ha desembocado en que los precios hayan alcanzado cotas que no se veían desde hace décadas

La guerra continúa en un mundo que todavía no se ha recuperado de los efectos de la irrupción de la Covid-19. La prueba es China, que acaba de levantar las restricciones tras abandonar la política Covid cero. Todo indica que su crecimiento económico caerá en la desaceleración, según las casas de análisis internacionales, una rareza en el gigante asiático. 

[La nueva ola china de Covid provoca el desplome de los precios de los fletes marítimos y anticipa una recesión global]

Estos componentes hacen temer que el mundo esté a las puertas de una recesión global. Si bien no se puede afirmar que todos los países puedan caer en una reducción de PIB en este 2023, al menos un tercio de ellos podría hacerlo, según el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Para la mayor parte de la economía mundial, este será un año difícil, más difícil que el que dejamos atrás. ¿Por qué? Porque las tres grandes economías, Estados Unidos, la UE y China, se están desacelerando simultáneamente", indicó hace unas semanas Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI.

"Espero que Estados Unidos no caiga en recesión a pesar de todos estos riesgos", destacó Georgieva, apuntando que, sin embargo, el FMI espera que "un tercio de la economía mundial esté en recesión" y que, incluso en países que eviten la contracción, "se sentirá como una recesión para cientos de millones de personas".

Con estos ingredientes, el FMI anticipa una desaceleración de la economía a nivel mundial que hará que el crecimiento global frene al menos al 2,7% el próximo año, cuando en 2021 fue del 6% y del 3,2% el año pasado. "Y eso se traduce en tendencias negativas a nivel mundial", avisó Georgieva en referencia a los mercados emergentes y las economías en desarrollo "donde el panorama es aún más grave", ya que, además de todo, "les golpean las altas tasas de interés y la apreciación del dólar". 

- La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva

- La directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva Europa Press

El Banco Mundial comparte el pesimismo. En su último informe, publicado hace solo unos días, recortó en 1,3 puntos porcentuales sus estimaciones de crecimiento del producto interior bruto (PIB) global, hasta situarlo en el 1,7% para 2023.

David Malpass, su presidente, alerta de que el deterioro de la economía es "generalizado" y que prácticamente todas las regiones del mundo registrarán un crecimiento de los ingresos inferior al de la década anterior al Covid-19. El organismo ha atribuido esto a los efectos de la inflación, la devaluación de las divisas y el bajo nivel de inversión en la gente y el sector privado.

"Las perspectivas son particularmente devastadoras para las economías más pobres, donde la reducción de la pobreza se ha detenido en seco", ha indicado Malpass, recordando que la deuda de mercados emergentes y economías en desarrollo ha alcanzado máximos de hace 50 años.

"Estados Unidos, la zona euro y China están viviendo un periodo de debilidad pronunciada, y las consecuencias resultantes están exacerbando otros vientos en contra que afrontan mercados emergentes y economías en desarrollo", ha alertado el Banco Mundial.

Esfuerzos urgentes

De esta forma, el organismo ha pedido "esfuerzos urgentes globales" para mitigar los riesgos de una recesión global y de crisis de deuda por parte de esos países.

El propio Foro de Davos es pesimista respecto al porvenir. En el informe que tradicionalmente precede a la celebración de la cita, sus organizadores vaticinan una "policrisis" en los próximos meses que va a sacudir el mundo. 

El análisis identifica como principales riesgos a corto plazo, que se prolongarán hasta dos años, "la escasez de alimentos y de energía", como resultado de la pandemia y la guerra en Ucrania, y el aumento de los precios y el coste de la vida.

Estas crisis, "especialmente visibles en Europa", amenazan con socavar los esfuerzos para hacer frente a los riesgos a más largo plazo, "especialmente los relacionados con el cambio climático, la biodiversidad y la inversión en capital humano".

Polarización

Generan además riesgos "conexos", como la recesión, el sobreendeudamiento, la polarización social debida a la desinformación y el auge de las guerras geoeconómicas.

Carolina Klint, jefa de gestión de riesgos de Marsh, participante en la elaboración del análisis, alerta de que los liderazgos "cortoplacistas" junto con las crecientes rivalidades geopolíticas "podrían generar una aflicción social sin precedentes", sobre todo si se descuida el bienestar y el desarrollo económico de la población.

Klint aconsejó a las empresas hacer cambios para "proteger su cadena de suministro", como "traer la producción más cerca de casa", ampliar el inventario, asegurarse la provisión de energía, planificar con antelación y abordar los riesgos analizando "su interconexión".

"Las guerras económicas se están convirtiendo en la norma", advierte el Informe de Riesgos Globales 2023, que ve un aumento de los enfrentamientos entre las potencias y de las intervenciones de los Estados en los mercados.

El presidente ruso, Vladímir Putin,  asiste al oficio de la Navidad ortodoxa en el Kremlin, en Moscú.

El presidente ruso, Vladímir Putin, asiste al oficio de la Navidad ortodoxa en el Kremlin, en Moscú. Reuters

Los expertos observan que las políticas económicas "se usan de manera defensiva", en pro de "la autosuficiencia y la soberanía respecto a potencias rivales", pero también ofensivamente, "para constreñir el avance de los demás".

El uso de la economía "como arma" geopolítica creará "debilidades en la interdependencia de los sistemas de comercio internacional, financieros y tecnológicos", señalan.

Aunque el informe vaticina que las guerras en la próxima década serán sobre todo económicas, también alerta de que "el actual aumento de la inversión en defensa y la proliferación de innovadoras tecnologías al alcance de nuevos agentes" puede aumentar el riesgo de los conflictos "híbridos" y "asimétricos", más destructivos que los anteriores.

Para combatir esta amenaza, los expertos recomiendan adaptar "los mecanismos transnacionales de control de armas" al nuevo contexto y "fortalecer los costes morales, reputacionales y políticos que actúan como elementos disuasorios de las escaladas" bélicas. 

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un mitin en Sevilla.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un mitin en Sevilla. PSOE

Davos es un espacio tanto para analizar la economía mundial... como para hacer negocios. De hecho, allí va a estar Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, que ha cerrado reuniones con BlackRock y ArcelorMittal. Moncloa también ha confirmado se tomará un café (es decir, celebrará un encuentro formal) con los directivos de las compañías del Ibex que asistan a Davos