El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha revelado la cifra definitiva de PIB de 2020. Según estos datos, el PIB decreció un 10,8%, la mayor caída de la economía española en tiempos de paz. 

Con todo, esta estimación, ya definitiva, es inferior a la previsión que se lanzó en enero, que era un descenso del 11% del PIB. El INE ha hecho esta revisión tras analizar en profundidad los datos del año, que fue mejor de lo previsto, algo que también cogió por sorpresa el Banco de España.

Así, el crecimiento trimestral en los meses de verano (julio-septiembre) fue del 17,1%, siete décimas superior al estimado, mientras que en el cuarto trimestre la economía no creció (0,0%) pese a que las previsiones iniciales apuntaron a un alza del 0,4%. Es decir, que el crecimiento se estancó. 

Al mismo tiempo, el descenso inicialmente publicado para el primer trimestre del año pasado (-5,3%) ha sido algo superior, del 5,4%, mientras que el estimado para el segundo trimestre (-17,9%) se ha moderado una décima y ahora es del 17,8%.

Así, la variación interanual del PIB en último trimestre se sitúa en el −8,9%, frente al −8,6% del tercer trimestre. Esta tasa es dos décimas superior a que el INE avanzó en enero. 

En el conjunto del año 2020, el PIB a precios corrientes se situó en 1,121 billones de euros, un −9,9% inferior al de 2019. Lo cual, en términos de volumen y tal y como se comentó antes, significó una reducción del −10,8%.

La contribución de la demanda nacional al crecimiento interanual del PIB del último trimestre del año fue de −6,2 puntos, cinco décimas superior a la del tercer trimestre. En cambio, la demanda externa presentó una aportación de −2,7 puntos, ocho décimas inferior a la del trimestre pasado debido al impacto de las olas de coronavirus en la Unión Europea.

Por otro lado, el empleo de la economía, en términos de horas trabajadas, registra una mejora intertrimestral del 1,0% gracias a una campaña de Navidad que, con todo, estuvo muy por debajo de las expectativas. Con todo, este crecimiento fue más bajo en los puestos de trabajo a tiempo completo debido a la reducción de jornadas de este tipo.