Tensión y nervios la que hay entre los empresarios cuando apenas quedan días para conocer cuál será el Plan Nacional de Reformas que Pedro Sánchez presentará a la Unión Europea. En total, diez líneas de trabajo para modernizar nuestra economía: transición energética, agenda urbana y rural, Administración Pública, digitalización, infraestructuras, estado del bienestar, cultura y deporte, ciencia e innovación, educación y fiscalidad. 

A partir de ellas se irán seleccionando los distintos programas en los que invertir los 140.000 millones de euros. Un conjunto de proyectos que corren el riesgo de “quedarse en proyectitos que no merezcan el visto bueno de Bruselas”, como decía esta semana en el Foro La Toja el presidente de Petronor, Emiliano López Achurra. 

Una sensación generalizada entre los distintos empresarios que han participado en el evento. Todos ellos reclaman dejar a un lado la visión política y centrarse en escoger aquellos programas que -de verdad- sean eficientes. “Tenemos una ocasión histórica”, decía el presidente del Círculo de Economía, Javier Faus. Y es que, como incidía el máximo responsable del Círculo de Empresarios, John de Zulueta, es necesario que se deje a un lado la “ineptocracia” y apostar por la unidad para salir de la crisis económica.

Sánchez y la unidad 

Unidad es lo que ha pedido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el mismo foro y en donde ha anunciado un cambio en la ley de contratación pública para, precisamente, agilizar la ejecución de los programas vinculados a los fondos europeos que aportarán a España 140.000 millones de euros. 

Será la propia Moncloa la que se ocupe de hacer un seguimiento de cómo se está haciendo la inversión. Lo hará a través de una oficina que estará bajo el mando de Iván Redondo y que podría poner al frente al economista Manuel de la Rocha.  

Aunque todos los empresarios tienen claras las líneas fijadas por el Gobierno, recuerdan que en este momento es fundamental centrarse en tres aspectos: industrialización, digitalización y formación. Y es que, como bien dice Zulueta, “el turismo es magnífico, pero hemos visto que no tiene el mismo peso de la industria". Muestra de ello es que la mayor parte de las fábricas de automóviles ya están 100% operativas, mientras que el sector turístico todavía no ha podido recuperarse. 

Razón no le falta. Basta con mirar los datos de PMI de servicios y de industriales de nuestro país. El primero se sitúa en 47,7 puntos mientras que el segundo está ya en 49,9. Es decir, que la recuperación de la industria española parece tener un mejor comportamiento que el de otros como la hostelería o el turismo. 

Formación

No se puede olvidar que españa presenta un déficit “inmenso”, en palabras del presidente de CEOE Antonio Garamendi en esta materia. El sector industrial no llega al 20% del PIB, cifra que debería haber alcanzado este año. Es más, si se resta la energía, no alcanza ni el 12%. 

De lo que se trata, explicaban, es de ir traspasando partidas de unos sectores a otros. Sea como sea, y para comprobar que los fondos son usados correctamente, el presidente de Renault, José Vicente de los Mozos, pide la “creación de una comisión público-privada” que se ocupe de redactar todos los programas que opten a beneficiarse de los fondos europeos. 

Ahora bien, más allá de la industrialización, el mundo de la empresa considera esencial también que se ponga en marcha un proceso de reconversión profesional. Una apuesta por la formación que sirva para reconvertir a las miles de personas que han perdido o van a perder en los próximos meses su empleo.

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