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Las claves

Cada vez queda menos para el nuevo registro de jornada laboral (digital, telemático e inalterable) que quiere instaurar el Ministerio de Trabajo. El borrador del real decreto con el cual se implantará detalla sus condiciones. Unos requisitos que supondrán importantes cargas para las pequeñas y medianas empresas (pymes), especialmente por los costes y la complejidad que entrañan.

"La norma refuerza el control y la transparencia, sí, pero también evidencia una tendencia creciente: legislar pensando en la gran empresa y trasladar después la carga de cumplimiento a las pequeñas", comenta Alberto Novoa, socio del Área Laboral de RocaJunyent, doctor y profesor de Derecho del Trabajo y Seguridad Social en el Instituto Superior en Derecho y Economía.

Este especialista ha analizado para EL ESPAÑOL-Invertia el borrador que Trabajo desveló este jueves. El texto, "en su afán de precisión, incurre en una complejidad que puede desbordar a una buena parte del tejido empresarial español".

Como ya contó este periódico, "se exige que el registro recoja no solo el inicio y fin de la jornada, sino también las pausas, los tiempos de espera, los periodos de desconexión, las medidas de conciliación, la modalidad (presencial o a distancia) y hasta la naturaleza de cada hora trabajada".

"El resultado es un modelo tan exhaustivo que puede volverse ineficaz. En las grandes compañías, con departamentos de recursos humanos digitalizados y sistemas de fichaje avanzados, su aplicación será asumible", opina.

"Pero en el universo de las pymes, donde la gestión diaria recae muchas veces en el propio empresario, la norma corre el riesgo de convertirse en una carga burocrática difícil de sostener".

El registro tiene que ser digital obligatoriamente, excluyendo opciones manuales o mixtas. "Ello genera un coste tecnológico evidente y deja fuera a miles de pequeños negocios que carecen de infraestructura digital", avisa.

Protección de datos

Por otro lado, "también surgen tensiones con la normativa de protección de datos", avisa Novoa. "La información que debe almacenarse -pausas, desconexiones, conciliación- puede chocar con el principio de minimización del artículo 5" del Reglamento general de Protección de datos.

"El texto menciona la necesidad de respetar los principios de proporcionalidad y confidencialidad, pero sin concretar cómo deben garantizarse". Avisa de que la falta de "verdaderas garantías técnicas" en el real decreto" puede derivar "en sanciones y conflictos interpretativos".

Pero hay más. Pese a tratarse de un registro digital, "la norma carece de un modelo técnico común o de una guía de homologación que permita asegurar la validez de los sistemas empleados".

"Ello generará, previsiblemente, un mosaico de soluciones tecnológicas dispares, con distintos niveles de garantía y trazabilidad".

Además, el tratamiento del teletrabajo, para él, "es casi inexistente: se menciona la jornada 'a distancia', pero no se ofrecen criterios sobre cómo registrar el tiempo en entornos híbridos o con horarios flexibles".

"Esta laguna normativa anticipa nuevas controversias sobre cómo compatibilizar el control horario con el derecho a la desconexión digital", alerta Novoa.

Con todo, este experto legal avisa de que el mayor perjuicio lo sufrirán las pymes. "La norma parece escrita pensando en grandes corporaciones con estructuras de cumplimiento normativo y soporte informático". Su exigencias son "desproporcionadas para la realidad pyme".

Por ello, opina que "el nuevo real decreto parte de una preocupación legítima y necesaria: evitar la explotación silenciosa de las horas de trabajo y garantizar la trazabilidad del tiempo empleado. Pero en su intento de cerrar todos los resquicios, corre el riesgo de abrir otros: el de imponer a las pymes un entramado burocrático que, lejos de mejorar la calidad del empleo, les reste capacidad para sostenerlo".

Por ello considera que, de cara a los cambios que pueda registrar el texto en audiencia pública, "quizá el equilibrio pase por mantener la exigencia del registro, pero permitiendo mayor flexibilidad técnica y simplificación para las pymes, sin que ello suponga una desprotección del trabajador".

Si no se hace así, "se corre el riesgo de que el remedio termine asfixiando al paciente que más necesita respirar".