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Los miembros del Banco Central Europeo (BCE) se reúnen este jueves. Los responsables de política monetaria pausarán las bajadas de los tipos de interés después de reducirlos en ocho ocasiones, siete de ellas de forma consecutiva.

Pueden permitirse activar la pausa. La inflación en el bloque del euro se sitúa en el 2%.

Además, gracias a este alto en el camino, la institución presidida por Christine Lagarde contará con pólvora seca para actuar en una posible guerra comercial entre Estados Unidos (EEUU) y la Unión Europea (UE).

Tras un primer descenso en junio de 2024, el BCE pausó las bajadas en julio de ese mismo año. Desde entonces ha reducido las tasas de referencia en todos los encuentros que han tenido lugar. Siempre con movimientos de 25 puntos básicos.

La última bajada tuvo lugar el pasado junio. Con estos ocho recortes, el guardián del euro ha recortado los tipos de interés 200 puntos básicos.

De esta forma, el BCE ha fijado la facilidad de depósito, la tasa a la que paga a los bancos por los depósitos a un día en el banco central y que rige la política monetaria, en el 2%.

Se encuentra, por tanto, justo en la parte alta de la horquilla -de entre el 1,75% y el 2,25%- que el también supervisor bancario califica como neutral, donde ni impulsa ni lastra el crecimiento económico.

En Pimco creen que en esta ocasión el BCE mantendrá la facilidad de depósito en el 2% en el que ya se sitúa, "un nivel que la mayoría de miembros del Consejo de Gobierno considera probablemente el punto medio de un rango de política neutral para la zona del euro".

La pausa llegará pocos días antes de que termine el plazo para que EEUU y la UE lleguen a un acuerdo en materia comercial. Sin él, las tarifas que la Casa Blanca quiere imponer a los productos europeos entrarán en vigor el 1 de agosto.

"Los mercados están aumentando poco a poco sus expectativas para la tasa arancelaria impuesta a la UE, ya que las negociaciones comerciales parecen avanzar lentamente y se acerca la fecha límite", advierten desde Ebury.

El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó a la UE con la imposición de gravámenes del 30%. El Financial Times publicó el pasado viernes que el republicano estudia la aprobación de tasas de entre el 15% y el 20%.

Aunque dichos aranceles son inferiores a la amenaza del 30%, están por encima del 10% que Trump anunció el pasado 2 de abril, durante el Día de la Liberación.

Los analistas de Link Securities creen que unos gravámenes por encima del 10% "provocarán la activación de medidas de represalias por parte de la Comisión Europea (CE) y, probablemente, el inicio de una guerra comercial puntual entre ambos socios".

Si el BCE no mueve ficha este jueves tendrá más margen de reacción -es decir, más margen para bajar los tipos de interés- en el caso de que ese escenario de aranceles cruzados entre EEUU y la UE se materialice y acabe lastrando la evolución económica de la zona euro.

Tener pólvora seca y utilizarla podría dar un balón de oxígeno al bloque del euro, ya que al reducir el precio del dinero el coste de financiación para empresas y particulares disminuye. Y ello, a su vez, incentiva el consumo y dinamiza la actividad.

El mercado estadounidense es de vital importancia para la región. Tal y como recuerdan desde CaixaBank Research, en 2024, la UE exportó bienes a EEUU equivalentes al 3% de su PIB.

Según explica el servicio de estudios, ya las propias amenazas arancelarias de EEUU "han provocado efectos anticipatorios que distorsionan los datos, con un auge de las exportaciones anormalmente fuerte en el primer trimestre de 2025".

Una vez se desvanezca este efecto, "ensuciará las nuevas cifras de PIB". De hecho, fruto de esta corrección, el consenso de Bloomberg prevé que la economía de la eurozona se haya contraído un 0,1% intertrimestral entre abril y junio. Los datos se conocerán el próximo 30 de julio.

A la espera de si ambos bloques sellan, o no, la paz comercial, los analistas también coinciden en señalar que la cita de este jueves será una especie de encuentro de transición.

La reunión del 11 de septiembre sí se presenta más relevante. Entonces habrá más claridad en torno a las relaciones comerciales y el BCE presentará nuevas previsiones económicas.

De hecho, "dada la incertidumbre en torno a la política comercial", los analistas de DWS esperan otro recorte de los tipos de interés de 25 puntos básicos, hasta el 1,75%, en septiembre. Sin embargo, advierten de que "si el conflicto comercial con EEUU se intensifica, es cada vez más probable una política monetaria expansiva".

Septiembre, la clave

Aunque en Pimco contemplan "la posibilidad de que el ciclo de recortes ya haya concluido" creen que en septiembre, "con las nuevas proyecciones de los expertos disponibles, el BCE podría decidir recortar los tipos de interés una vez más".

En Bank of America están convencidos de que la autoridad monetaria volverá a mover ficha después de las vacaciones estivales. Y que lo volverá a hacer una vez más en diciembre.

Fruto de estos dos recortes previstos, estiman que la facilidad de depósito se reducirá hasta el 1,5%. Posteriormente, prevén subidas de 25 puntos básicos en marzo y junio de 2027, lo que finalmente situaría la tasa de nuevo en el 2%.

Para los expertos de Generali Investments, "la actualización de las proyecciones macroeconómicas en septiembre debería desencadenar un recorte de 25 puntos básicos, hasta el 1,75%".

Anticipan que nuevos recortes sólo serán posibles "si se materializan los riesgos a la baja para la actividad".