Pese a que sus concesiones de las últimas semanas no han surtido ningún efecto hasta ahora, la Unión Europea sigue apostando por la vía de la negociación con Donald Trump en lugar de activar ya represalias arancelarias, que desencadenarían una guerra comercial total entre los dos bloques.
El presidente de Estados Unidos anunció por sorpresa este sábado que impondrá un arancel general del 30% a los productos europeos a partir del 1 de agosto. Una medida que sorprendió a los dirigentes de la UE, que habían puesto todas sus esperanzas en una solución negociada inminente.
Tras el shock inicial, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen ha anunciado este domingo que la UE vuelve a aplazar su primer contragolpe arancelario contra Trump -que iba a entrar en vigor automáticamente el 15 de julio- con el fin de dejar espacio a la negociación en los próximos 15 días.
"Estados Unidos nos ha enviado una carta con medidas que entrarían en vigor (el 1 de agosto) a menos que se llegue a una solución negociada. Por eso, también hemos decidido prorrogar la suspensión de nuestras contramedidas hasta agosto", ha anunciado Von der Leyen en rueda de prensa.
"Tenemos un enfoque de doble vía, y eso es muy importante. Siempre hemos dejado claro que preferimos una solución negociada. Esto sigue siendo así, y vamos a aprovechar el tiempo que tenemos hasta el 1 de agosto", alega la presidenta de la Comisión.
"Y en la segunda vía, desde el principio hemos trabajado y ahora estamos preparados para responder con contramedidas. Nos hemos preparado para ello y podemos actuar si es necesario. Así que este enfoque de doble vía da resultado porque estamos listos", sostiene Von der Leyen.
El paquete de represalias en cuestión fue aprobado por los Estados miembros en abril en respuesta a los primeros aranceles de Trump. Pero los dirigentes de la UE decidieron suspenderlos como gesto de buena voluntad cuando el presidente de EEUU anunció una pausa arancelaria de 90 días.
Ahora iban a entrar en vigor de forma automática el 15 de julio, pero Von der Leyen anuncia que seguirán suspendidos al menos hasta el 1 de agosto.
Se trata de aranceles del 25% contra productos icónicos norteamericanos (entre ellos las motos Harley-Davidson, los vaqueros Levi's, la soja, el zumo de naranja, el tabaco, los yates de lujo o los diamantes) por valor de 21.000 millones de euros.
Eso significa que las importaciones estadounidenses afectadas tendrán que pagar tasas de más de 5.000 millones para acceder al mercado comunitario.
Además, Bruselas ha preparado un segundo paquete más importante de productos estadounidenses por valor de 95.000 millones para imponerles aranceles, aunque en este caso todavía necesita el apoyo de los Estados miembros.
Los próximos pasos a seguir los discutirán los ministros de Comercio de los 27 en la reunión programada para este lunes en Bruselas, a la que está previsto que asista en representación de España Carlos Cuerpo.
Acuerdo con Indonesia
Aparte de negociar con Trump hasta el último minuto, la estrategia de la UE se centra ahora en diversificar socios comerciales. En este sentido, Von der Leyen ha anunciado este domingo un acuerdo de libre comercio con Indonesia, que ha tardado 10 años en negociarse.
"Este nuevo acuerdo comercial abrirá grandes oportunidades para nuestra gente. Indonesia es una de las mayores economías del mundo, con un PIB de 1,2 billones de euros. Es un proveedor clave de bienes esenciales para la transición digital y representa un mercado en crecimiento de más de 287 millones de personas", ha destacado la alemana.
"Indonesia no solo es el país con la economía más grande del sudeste asiático, sino que actualmente es apenas el quinto socio comercial de la Unión Europea y el quinto receptor de inversión extranjera directa europea en la región. Hay, por tanto, un enorme potencial en nuestra relación comercial, y este acuerdo llega en el momento justo", sostiene Von der Leyen.
"El nuevo acuerdo abrirá mercados, generará más oportunidades en sectores clave y beneficiará especialmente a las empresas que operan en agricultura, automoción y servicios. Además, contribuirá a reforzar las cadenas de suministro de materias primas críticas para impulsar la transición verde y digital que queremos", ha concluido la presidenta.
