El índice de precios de consumo armonizado de la eurozona repuntó una décima en junio debido al encarecimiento de los precios de los servicios y de los alimentos frescos, hasta situarse en el 2%, en línea con el objetivo de estabilidad de precios definido por el Banco Central Europeo (BCE).
Por su parte, la inflación subyacente (que excluye los elementos más volátiles como alimentos, energía, alcohol y tabaco) se mantuvo estable en el 2,3%. Se trata de un indicador estructural al que el BCE presta particular atención a la hora de decidir sobre los tipos.
La institución dirigida por Christine Lagarde ha señalado en las últimas semanas que el fin del actual ciclo de bajadas de los tipos de interés -en el que el precio del dinero se ha recortado a la mitad en el último año, del 4% al 2%- se acerca a su fin.
"Con los niveles actuales de tipos de interés, creemos que estamos en una buena posición para afrontar las circunstancias inciertas", dijo Lagarde en una comparecencia en la Eurocámara la semana pasada.
"Creemos que el último ciclo ha terminado, llevando la inflación desde el máximo del 10% de vuelta al 2%", ha dicho este martes el economista jefe, Philip Lane, en una entrevista a la CNBC desde el retiro anual que el BCE celebra en la ciudad portuguesa de Sintra.
La mayoría de los analistas esperan que el BCE haga una pausa en su próxima reunión del 24 de julio y esperan un último recorte, hasta el 1,75%, antes de fin de año.
Si se examinan los principales componentes de la inflación de la eurozona, los servicios son el factor que más ha subido en el último año (un 3,3%, comparado con el 3,2% en mayo).
En segundo lugar, están los alimentos, alcohol y tabaco, que se desaceleran ligeramente desde el 3,2% en mayo al 3,1% en junio. Los productos industriales no energéticos se han encarecido un 0,5% en junio (en comparación con el 0,6% en mayo).
Finalmente, los precios de la energía cayeron un 2,7% en tasa interanual en junio, una rebaja inferior al 3,6% registrado en mayo.
En junio, los países de la eurozona con una inflación más alta fueron Estonia, Eslovaquia, Croacia y Grecia.
En el extremo contrario de la clasificación, los Estados miembros que registraron una menor presión de precios son Chipre, Francia, Irlanda e Italia.
En Alemania, la inflación bajó del 2,1% en mayo al 2% en junio, mientras que en España el nivel de precios subió del 2% hasta el 2,2% y se sitúa ligeramente por encima de la media de la eurozona.
