El Banco de Inglaterra mantiene tipos de interés en el mínimo histórico del 0,1% y saca más artillería para combatir el coronavirus en forma de liquidez. En contra del criterio del Banco Central Europeo (BCE), los miembros del Comité de Política Monetaria de la institución británica se desmarcan por unanimidad del debate sobre los tipos al 0% y en terreno negativo.

La decisión de reforzar el programa de compra de deuda de la institución ha salido adelante por una mayoría de ocho a uno. Así, se ha acordado elevar en 100.000 millones de libras -unos 111.400 millones de euros al cambio- el importe de su actual paquete de estímulos de 645.000 millones de libras esterlinas, unos 718.510 millones de euros. En ambos casos, el banco central británico ha cumplido el guion previsto.

En su análisis económico, el Banco de Inglaterra destaca que los datos más recientes sugieren que la caída del PIB mundial en el segundo trimestre de 2020 "será menos severa de lo anticipado el pasado mes de mayo". En este sentido, se apunta directamente a las medidas de desescalda, y al incremento del gasto de los consumidores y de la producción de servicios.

Más optimista que en mayo

"La evidencia reciente sugiere que la caída del PIB mundial y del Reino Unido en el segundo trimestre de 2020 será menos severa de lo previsto en mayo. Aunque más fuerte de lo esperado, es difícil hacer una inferencia clara sobre la recuperación posterior", ha apuntado la institución. Sin embargo, ha señalado que siguen presentes los riesgos de un desempleo más alto y duradero en el país.

En este sentido, ha advertido de que, incluso con la relajación de algunas restricciones relacionadas con la Covid en la actividad económica, es probable que persista un cierto grado de comportamiento preventivo por parte de los hogares y las empresas, por lo que la economía, y especialmente el mercado laboral, tardarán un tiempo en recuperarse, mientras que la inflación sigue muy por debajo del objetivo del 2% y se espera que caiga aún más en los próximos trimestres por la debilidad de la demanda.

En este sentido, el Banco de Inglaterra considera que los últimos anuncios de relajación adicional de las políticas monetarias y fiscales ayudarán a apoyar la recuperación. Sin embargo, la institución advierte de que persisten los riesgos a la baja para la perspectiva global, incluidos los relacionados con la propagación del Covid-19 entre las economías de mercados emergentes y un repunte de la tasa de infección en las economías avanzadas.

La actual situación sin precedentes supone que las perspectivas para el Reino Unido y el resto de las economías mundiales sean inusualmente inciertas y dependan de la evolución de la pandemia, así como de las medidas tomadas para proteger la salud pública y la forma en que los gobiernos, los hogares y las empresas respondan a estos factores.

El producto interior bruto (PIB) del Reino Unido sufrió el pasado mes de abril un desplome récord del 20,4%, después de registrar una contracción del 5,8% en marzo y del 0,2% en febrero como consecuencia del impacto del coronavirus y las medidas de confinamiento.

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