Una carnicera, en China.

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Economía

El sector cárnico, entre el alivio y la rabia ante el golpe de China: "Aceptar un arancel es aceptar que hicimos dumping"

El gigante asiático impone un arancel definitivo del 9,8% tras investigar al sector como represalia por las recargas de la UE a sus coches eléctricos.

Más información: China cierra su investigación 'antidumping' contra el cerdo de la Unión Europea con aranceles del 4,9% al 19,8%

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Las claves

China ha impuesto un arancel del 9,8% a las exportaciones de cerdo de empresas españolas durante cinco años tras una investigación antidumping.

El sector cárnico español recibe el arancel con alivio y rabia, considerando injusta la medida y rechazando haber realizado prácticas de dumping.

El nuevo arancel es menor al recargo provisional del 20%, pero sigue suponiendo un impacto económico, especialmente para productos con márgenes reducidos.

Bruselas estudia acudir a la OMC al considerar que la investigación china tiene acusaciones cuestionables y que el arancel podría incumplir las reglas internacionales.

El veredicto final de China a la investigación antidumping que abrió a sus proveedores internacionales de cerdo, y que ha tenido durante año y medio a los productores en vilo, acaba para la empresa española resumida en una cuestión: ¿es aceptable un golpe sólo por ser menor al esperado?

La respuesta oscila entre el alivio y la rabia, dependiendo a quién se le pregunte. Empresas españolas como Argal Alimentación, Sánchez Romero Carvajal Jabugo o ElPozo Alimentación pasan a partir de este miércoles y durante cinco años a tener un arancel del 9,8% en sus exportaciones al gigante asiático.

Malo, pero la previsión era peor. Porque de forma provisional, Pekín aplicaba desde septiembre un recargo del 20% a estas compañías. Así que se reduce el golpe, pero el efecto sigue siendo costoso.

"No estamos nada contentos, en absoluto. Si aceptamos un arancel, aceptamos que hemos hecho dumping y nosotros no lo hemos hecho", señala Giuseppe Aloisio, director general de la mayor asociación de empresas cárnicas de España, Anice.

El origen de todo el conflicto enerva a la patronal. La investigación nació como una represalia china por los aranceles que Bruselas impuso a sus coches eléctricos. El cerdo se convirtió en objetivo por su peso económico: era fácil hacer daño.

'Vendetta' china

Con todo, China constituye el principal destino de porcino de la Unión Europea, con más de 1,1 millones de toneladas importadas en 2024.

Por eso el resultado, aunque menor a lo previsto inicialmente, sigue siendo para Aloisio "injusto. Se castiga a un sector que ha sido ejemplar y modélico", agrega.

Frente a esto, la interprofesional del porcino Interporc es bastante más tibia. "Estas reducciones ponen de manifiesto la confianza de China en la calidad, la seguridad alimentaria y la profesionalidad del porcino europeo, así como en la capacidad de respuesta y transparencia de las empresas", comenta la organización.

También destaca con alivio una suerte de 'clavo ardiendo': no todas las empresas de la UE tienen el mismo arancel. El aplicado a las compañías en España se considera de hecho una suerte de recompensa por haber colaborado especialmente en la investigación.

Pero algunos casos, como la danesa Danish Crown y la holandesa Vion, puestas en la diana, reciben un considerable impacto, con un arancel del 18,68% y el 19,8%, respectivamente.

Ese diferencial de diez puntos con respecto a las empresas españolas, que para algunas voces de nuestro país es ventaja, para Anice es "un premio de consolación".

Sobre todo teniendo en cuenta que incluso para algunos productos un recargo del 9,8% puede significar que ya no sea rentable enviarlos a China. Por ejemplo, huesos o vísceras, que ya se exportan con márgenes muy pequeños.

Para ellos, el futuro dependerá del margen de negociación entre la empresa española y el comprador chino. Si son o no capaces de asumir la subida para que no afecte a los consumidores.

Bruselas estudia acudir a la OMC

En el apartado institucional, hay dos tonos. Por un lado, el del ministro de Agricultura, Luis Planas, que remarca que se ha minimizado el arancel final y que en todo caso es "reversible".

Por otro, Bruselas, más duro. La Comisión ha puesto en duda la legalidad de los aranceles y ha tachado de "abusivo" el uso de los instrumentos de defensa comercial por parte de Pekín.

"La Comisión dará todos los pasos necesarios para defender los derechos de los productores europeos", ha recalcado el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill.

Entre ellos está la posibilidad de acudir a la Organización Mundial del Comercio (OMC). Porque de acuerdo a una primera evaluación, los servicios comunitarios creen que la investigación por la que China ha dado este paso se basa en "acusaciones cuestionables y pruebas insuficientes".

Ahora se evalúa si incumple las reglas de la OMC, ante la que Bruselas ya ha tomado medidas contra China, por una investigación 'antisubsidios' del sector lácteo y por la imposición "indebida" de medidas provisionales contra las importaciones de brandy.