El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, interviene en el Congreso de los Diputados.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, interviene en el Congreso de los Diputados. Europa Press.

Economía

Planas centra las 'negociaciones del cerdo' en Japón y Filipinas para salvar más del 70% de las exportaciones fuera de la UE

Sin nuevos casos de peste porcina y con las granjas españolas libres de enfermedad, Agricultura trata de minimizar el veto internacional a la carne.

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Las claves

España negocia con Japón y Filipinas limitar el veto a la carne de cerdo solo a la zona afectada por la peste porcina, para proteger más del 70% de las exportaciones fuera de la UE.

Japón y Filipinas representan mercados en crecimiento para el cerdo español, con aumentos del 9% y 28% respectivamente en 2024, y podrían compensar el retroceso de las compras chinas.

La población de jabalíes, principal transmisor de la peste porcina, ha crecido un 270% en veinte años, lo que complica el control epidemiológico.

Un comité científico asesorará sobre el brote de peste porcina, mientras se investiga el origen de la enfermedad, que podría haber salido de un laboratorio.

Casi dos semanas después de que aparecieran dos cadáveres de jabalíes con peste porcina, se van delimitando dos miedos en España. El primero sigue en la categoría de posibilidad: que la enfermedad salte a las granjas de cerdos y ello obligue a sacrificios masivos.

El segundo, en cambio, es más urgente y real teniendo en cuenta que lo anterior sigue sin producirse: hay que salvar las exportaciones, que suman casi 9.000 millones anuales. Y sabiendo de antemano que no se logrará totalmente.

El veto que han implantado a la carne de cerdo española casi una veintena de países es devastador en esa cuenta y desde Agricultura, tras lograrse que China y Reino Unido lo acotaran solo a la zona afectada y siguieran comprando de otras zonas de España, se ha virado la conversación a dos mercados fundamentales.

Son Japón y Filipinas. Ambos remarcados por el ministro de Agricultura, Luis Planas, en el Congreso y claves por dos cuestiones: en conjunto recibieron un 30% de las toneladas que se vendieron a terceros países el año pasado y además son los dos grandes mercados que estaban en crecimiento, ante el lento retroceso chino.

Por lo tanto, si se logra la regionalización de estos países –que recorten el veto solo al área afectada–, casi todos los ganaderos españoles podrían seguir vendiendo a lugares a los que se van más del 70% de las exportaciones fuera de la UE, sumando a China y Reino Unido.

Dos mercados en crecimiento

Pero por encima de todo sería un enorme triunfo porque recuperarían casi en su totalidad mercados que, al contrario que Pekín, cada vez pedían más cerdo español.

Lo reflejan los datos oficiales de comercio exterior. Japón aumentó en 2024 un 9% el volumen de toneladas que compró a nuestro país, y Filipinas lo incrementó en un 28%.

Un miembro de la UME desinfecta vehículos, durante la presentación de los medios de la UME para el control de la peste porcina en Cataluña.

Un miembro de la UME desinfecta vehículos, durante la presentación de los medios de la UME para el control de la peste porcina en Cataluña. Europa Press.

Y aunque en toneladas cada país adquiera apenas un tercio de lo que China importa de España, y que asciende a algo más de 521.000 toneladas, es cierto que empezaban a ser mercados de interés precisamente por su tendencia inversa.

No solo porque China comprara cada vez menos al no necesitar tanto, sino porque se estaban volviendo mercados refugio ante adversidades como la investigación antidumping que Pekín abrió en represalias por los aranceles de la UE a sus coches eléctricos.

De lograr que Filipinas y Japón limitasen su veto a la carne de cerdo de la zona afectada, los restantes ganaderos españoles podrían vender con normalidad en los cinco primeros mercados fuera de la UE: China, Japón, Filipinas, Reino Unido y Corea del Sur.

Vigilancia a la peste

Mientras, se continúa la vigilancia epidemiológica para evitar que el foco se extienda. Primero con los responsables de caza de las comunidades autónomas, con los que se busca recopilar datos sobre la población de jabalíes, reservorios perfectos de la enfermedad y cuya población se ha disparado.

De hecho se busca afinar la información sobre el tamaño de la especie, que diferentes especialistas cifran en un millón y medio de ejemplares. En veinte años se han disparado un 270%, apuntan estos cálculos.

Frente a esto, el control no debería limitarse a la caza, sostiene Agricultura.

Su idea es, como se ha realizado en el caso de la zona afectada por el foco de la peste porcina, establecer "colaboraciones con la administración local, expertos científicos y los propios cazadores para poner en marcha las medidas más efectivas en función de las características de cada territorio".

El comité volverá a reunirse en enero para comprobar qué se ha hecho en cada región hasta entonces.

En paralelo, el nuevo comité científico para el asesoramiento del brote de peste porcina, formado por seis expertos, se reunirá por primera vez este viernes para abordar, entre otros temas, el informe inicial sobre el regreso de esta enfermedad a España treinta años después.

Es una cuestión aún rodeada de misterio, aunque se apunte cada vez con más contundencia a la posibilidad de que haya salido de un laboratorio.