Vistas de la mina de Cobre Las Cruces.

Vistas de la mina de Cobre Las Cruces. Europa Press

Economía

El último fondo dispuesto a comprar la mina de Cobre Las Cruces pierde a su socio y sume el proceso en la incertidumbre

El yacimiento se acerca a los dos años con el cartel de 'se vende' y un finalista dispuesto a avanzar, pero no en solitario. El calendario salta por los aires.

Más información: Los fondos retrasan la compra de la mina de Cobre Las Cruces al reclamar información 'extra' sobre la compañía

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Las claves

El fondo americano interesado en comprar la mina de Cobre Las Cruces pierde a su socio francés, generando incertidumbre en el proceso de venta.

Se esperaba que la venta de la mina sevillana se concluyera en primavera, pero el retiro del socio francés ha retrasado aún más el proceso.

El proyecto de Cobre Las Cruces requiere una inversión inicial de más de 850 millones de euros, además de costos para restaurar el entorno del yacimiento.

A pesar de sus atractivos, como la alta pureza del cobre y los permisos ya obtenidos, el elevado costo y la incertidumbre política dificultan la venta.

Nuevo giro de guión en la venta de Cobre Las Cruces. La mina sevillana, que se encamina a cumplir dos años en busca de nuevo dueño, acaba de ver un nuevo tropiezo en quien se esperaba fuesen sus definitivos salvadores.

Se trata del fondo americano que, como ya contó este periódico, llegó al plazo con ofertas junto a otro fondo francés. Acordaron ir juntos y todo parecía decidido, pero un pedido extra de información presentada por uno de ellos retrasó el proceso, que se esperaba concluir en primavera.

Aunque algo contrariados, dado que se habían superado ya todos los due dilligence, los responsables de la mina enviaron desde Sevilla la documentación solicitada. Creyeron que era un mero trámite, pero finalmente el galo se baja del negocio por, apuntan diferentes fuentes, incertidumbre ante la situación política en su país. Una incertidumbre que ahora se contagia a toda la operación.

Porque nadie acierta a adivinar si van a poder cumplirse las expectativas del sector, que apuntaban a que este año se cerraría el acuerdo con el que First Quantum espera ayudar a equilibrar sus cuentas por el fiasco de su negocio en Panamá.

La lógica es la siguiente: si el fondo americano había preferido hacerse con Las Cruces acompañado, ¿no buscará ahora otro socio? La respuesta desde diferentes lugares próximos a la mina es que este es el paso lógico.

Pero de ser así, ¿no exigirá este posible nuevo aliado documentación para su estudio, dilatando así de nuevo los tiempos de la operación? Así debe ser, responden. "Esto eterniza los plazos bastante", admiten en todo caso fuentes conocedoras del proceso.

Nadie se atreve ya a proponer un calendario para la venta de la mina, porque no solo está sobre la mesa la posibilidad de que este fondo americano avance solo o busque nuevo compañero; tampoco sería descabellado que otra oferta asomara.

Las nuevas preguntas sobre la compraventa, que gestiona la dueña First Quantum desde Canadá, hacen aflorar, ahora sí, la duda definitiva: ¿es realmente este activo tan atractivo como se contó inicialmente, si en casi dos años aún no se ha cerrado acuerdo?

El valor de Las Cruces

Desde el principio, el proyecto se ha promocionado como un 'caramelo' por dos motivos. Uno es la alta demanda internacional de cobre, imprescindible para la transición energética y que este yacimiento tiene en abundancia.

De Las Cruces salía el cobre más puro del mundo, con un 99,99%, y desde aquí se planea extraer, además de cobre, zinc, plomo y plata durante al menos 18 años. Además, se contempla incluso que la operación se complemente con una refinería polimetalúrgica.

Su segundo gran atractivo reside en que el proyecto cuenta ya con todos los permisos, haciendo que su entrada en funcionamiento pueda ser sensiblemente más rápida que en una explotación minera al uso.

Pero cuando se miran los números en detalle, insisten las fuentes en Sevilla, asoman algunos 'contras' que hacen que no sea tan sorprendente que no se haya cerrado una operación por la que mostraron inicialmente interés compañías como Minera Los Frailes, que va a explotar Aznalcóllar, o la australiana Sandfire Resources, que posee Matsa, una minera que opera en Huelva. 

Ninguna insistió demasiado.

Los 'contras'

Para empezar está el elevado desembolso que se exige al futuro comprador para que el proyecto arranque. "Lo que vende First Quantum son papeles, no una mina en funcionamiento", enfatizan quienes conocen el proceso.

Actualmente se estima que la inversión necesaria para poner en marcha el proyecto –hay que construir esa refinería polimetalúrgica– superará los 850 millones de euros, más otra cantidad no cifrada para inversiones en energías renovables. Pero se da por hecho que la cifra será mayor si los tiempos se alargan.

Porque, explican, los precios van subiendo según pasan los meses y los valores estimados, consecuentemente, evolucionan al alza. Habrá que ver si, en caso de cerrarse el trato, esa cantidad se puede descontar del precio de venta.

Está también el coste de la restauración del entorno del yacimiento, situado en el municipio de Gerena y que puede verse en estos casos como una "incomodidad" para quien compra.

La mina cesó en 2020 su actividad extractiva a cielo abierto y su futuro se plantea como mina subterránea, pero antes hay que recomponer el espacio que se vio impactado por su pasado.

Es un proceso que desarrolla Las Cruces por ahora. Hace un año informó que se habían rehabilitado 350 hectáreas del complejo minero-metalúrgico, un tercio de su superficie, y había rellenado el 80% de la corta.

Así las cosas, en la capital andaluza advierten: el negocio tiene sus aristas. Y la incertidumbre se expande por Gerena con la marcha del fondo francés: aunque se sigue confiando en que les salven los americanos, se acumulan los costes de estar a la espera de arrancar desde julio de 2023, cuando la planta hidrometalúrgica entró en situación de cuidado y mantenimiento.