Un pastor con su rebaño.

Un pastor con su rebaño. Europa Press.

Economía

El avance del virus que está matando a los corderos cocina la primera gran subida de precios de la Navidad

La inédita proliferación simultánea de cuatro serotipos de lengua azul pone en jaque a los rebaños justo en los meses clave de producción para el consumo navideño.

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Desde hace meses, los corderos están muriendo en España. El responsable es el avance de la lengua azul, un virus que afecta especialmente a las ovejas y del que están circulando por primera vez cuatro serotipos de forma simultánea en nuestro país.

Tres de ellos eran conocidos para los ganaderos, pero el último es una novedad que va a encarecer uno de los platos estrella de la Navidad, el cordero. Se trata del serotipo 3, registrado por primera vez hace dos años en Holanda y que ha puesto en jaque a toda Europa por su alta mortalidad.

Los laboratorios trabajaron entonces a contrarreloj para buscar una vacuna tan efectiva como las creadas para las otras tres 'cepas' de lengua azul, pero el resultado ofrecido en tiempo récord –llegó a las granjas el año pasado–, no es tan sólido como se deseaba.

Porque no reduce la mortalidad tanto ni de forma tan efectiva como sus predecesoras.

Por eso, con cada nuevo parte de Agricultura que confirma que la expansión del virus continúa, crece la alarma, ya desatada entre los ganaderos, porque enfrentan ahora los meses clave para el cordero: aquellos en los que nacen los ejemplares más demandados en la campaña navideña.

Vacunación de una oveja frente a la lengua azul.

Vacunación de una oveja frente a la lengua azul. Europa Press.

Los meses que vienen son delicados. El insecto que transmite el virus, del género Culicoides, no se desactiva hasta que pasa el calor, y el cambio climático hace que sea impredecible saber cuándo acabará el peligro, apuntan desde Asaja.

Es posible que en octubre las temperaturas aún no hayan refrescado lo suficiente, y con dudas sobre la efectividad de la vacuna, que ya analizan las autoridades, pocos dudan de que la oferta de cordero mermará bastante para las fiestas y con ello subirán acusadamente sus precios.

Déficit en Navidad

"Habrá un déficit importantísimo del cordero que viene para Navidad", augura Antonio Punzano, responsable de ovino-caprino de COAG.

Es prácticamente imposible, asegura, estimar la dimensión del golpe de este virus por la variada naturaleza de las granjas, pero en las zonas más afectadas, como Extremadura (principal productora, con el 18,17% de las explotaciones de ovino), los ganaderos que más han sufrido la incidencia del virus han perdido este año el 10% de sus ovejas, según cálculos recogidos por Asaja. 

Son estimaciones que se refieren a animales ya vivos. El problema con el serotipo 3, explica a EL ESPAÑOL-Invertia José María González, diplomado en el Colegio Europeo de Pequeños Rumiantes y doctor en Veterinaria, es que esta 'cepa' del virus se ceba con las ovejas durante la época de nacimientos.

La mortalidad que provoca es muy elevada en hembras en la última fase de gestación, también en lactancia. Además, si las fiebres de la lengua azul atacan en mitad de gestación, lo que se producen son abortos. Las pérdidas son en muchos casos de ejemplares que no llegaron a vivir.

También, apuntan desde Asaja, se ven golpeados corderos jóvenes que, aunque no mueren, quedan debilitados y sin poder llegar a la fase de madurez, engorde y matadero.

Por eso, la incertidumbre es total de cara a los próximos dos meses, cuando se espera generar la producción que abastece el mercado de Navidad, justo el que no pueden permitirse perder.

Caída de consumo

Es en estas fechas cuando se produce el mayor consumo de carne de ovino y caprino en España, según datos del Ministerio de Agricultura sobre este sector. A estas alturas, el periodo es también una oportunidad de oro para remontar su tendencia a la baja en los hogares españoles, que en 2024 consumieron un 9% menos de este tipo de carne que el año anterior.

La tendencia en cuanto a consumo en restauración es opuesta. Fuera de casa aumentó un 12% en el mismo periodo, lo que apunta a que la presión de la inflación sobre las economías domésticas ha golpeado al cordero frente a opciones más económicas, como el pollo.

Una mujer ante un lineal cárnico de supermercado.

Una mujer ante un lineal cárnico de supermercado. iStock

Lo señala Agricultura sin rodeos. "Durante los años 2023 y 2024 la inflación ha contribuido a los descensos del consumo de carne de ovino y caprino en hogares", sostiene en su informe más reciente sobre el sector. Según el INE, en los últimos dos años se ha encarecido un 18,3%.

"Nos tenemos que preocupar y bastante. Es un sector que ya está muy débil y no hay señal que se vaya a mejorar", advierte Punzano. Las organizaciones agrarias han pedido ayudas urgentes ante la situación, con diferentes respuestas de las comunidades autónomas.

Extremadura ha abonado con fondos europeos 14,6 millones en ayudas a 1.500 ganaderos afectados, y Andalucía, segunda en número de explotaciones y otro foco de especial incidencia por el Valle de los Pedroches, activó en primavera subvenciones por 7,2 millones de euros para paliar los efectos del serotipo 3 en explotaciones que perdieran al menos el 30% de su potencial productivo. 

Son, en suma, parches mientras se mejoran las vacunas y arrecia el debate sobre si estas deben volver a ser obligatorias, un requisito eliminado en marzo tras un acuerdo entre el Ministerio de Agricultura y comunidades autónomas.

Vacunas voluntarias

¿Por qué se volvieron voluntarias vacunas contra una enfermedad que afecta al ganado ovino, bovino y caprino?

La orden ministerial que recogió el cambio apuntó a una tormenta perfecta: en 2024 hubo cuatro serotipos circulando a la vez, un clima "excepcional" que hizo más activos a los mosquitos y "dificultad logística" para vacunar frente a dos cepas, ademas de "falta de disponibilidad suficiente de vacunas" hacían imposible que se vacunara a todos a tiempo de que se abriera nueva temporada de vectores, que arrancaba el 1 de abril.

Ovejas.

Ovejas. Europa Press.

Así las cosas, mantener las restricciones de movimiento a quienes no tuvieran las vacunas impedían "el normal funcionamiento de los mercados, lo cual supone un importante perjuicio económico".

Pero quizá haya que revisarlo, apunta ahora el ministro de Agricultura, Luis Planas. "Yo soy partidario de mantener la política que hemos mantenido tradicionalmente, es decir, una política de erradicación y de vacunación obligatoria", ha dicho este miércoles en Granada.

La cuestión se debatirá en el Comité de la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (Rasve) el próximo 10 de septiembre. Por ahora, el último mapa de incidencia del virus, publicado esta semana, confirma nuevos focos en Asturias, Castilla y León, Andalucía, País Vasco y La Rioja.