Francisco de la Torre lleva dos meses dando a conocer su libro La factura del Cupo catalán.
En él denuncia el riesgo de ruptura social y quiebra del estado de bienestar que supone implantar un sistema financiero singular para Cataluña, a imagen y semejanza del Cupo vasco.
Inspector de Hacienda y ex político, De la Torre advierte que dar ahora las llaves de la caja a la Generalitat no solo es un peligro para la Hacienda y la lucha contra el fraude, es que "si damos un Cupo para toda España, nos quedamos sin país".
El libro no puede llegar más a tiempo, para desmontar las conjeturas que se van a plantear sobre una nueva financiación autonómica hecha a la medida de Cataluña.
Unas bases que se sustentarán en el acuerdo que se firmará este lunes entre el Gobierno y la Generalitat de Cataluña y que amenaza al bolsillo de todos los españoles.
Paradójicamente, De la Torre no tiene tan claro que traspasar la gestión de todos los impuestos a Cataluña sirva para aumentar su actual dotación financiera. "El incremento del fraude se puede llevar muchísimo dinero y recortar la recaudación global", sostiene.
"La materia prima de un sistema fiscal es la información. Si no está centralizada, se puede engañar con muchísima más facilidad a Hacienda. Esto ocurre en todos los impuestos y las cuantías son muchísimo más elevadas de lo que la gente cree", alerta el inspector.
Ni siquiera una Agencia Tributaria propia mejorará el servicio a los contribuyentes, porque "al fragmentar la información, se hace imposible el uso de programas como Renta Web, que nos permite hacer con muchísima facilidad la inmensa mayoría de las declaraciones".
Si se empieza por el IRPF, Cataluña tendrá que establecer sus propias retenciones, "y eso supone hacer una declaración más, la información se cruzará con mucha dificultad y a los contribuyentes con rendimientos en diversas comunidades autónomas se les complica mucho la vida", advierte.
Francisco de la Torre durante la entrevista en Es Español - Invertia.
La otra gran clave del nuevo modelo fiscal está en cómo se va a calcular ese cupo. El pago que hay que hacer al Estado por los servicios que otorga.
Una estimación que no es fácil, pues se hace en una autonomía que ha llenado la caja con la recaudación de sus impuestos y es reacia a vaciarla en exceso aunque se vea obligada a hacerlo por la 'solidaridad' que marca la Constitución.
De la Torre es consciente de que ahí empieza gran parte de la desigualdad del sistema, porque "es una cuestión de tiempo que esos cálculos vayan a las negociaciones con los partidos nacionalistas que puedan apoyar al gobierno".
"Se harán cada vez más a favor de Cataluña, como ha pasado en el País Vasco y Navarra", señala, tras vivir en primera persona la rebaja retroactiva del "cuponazo" de 2017, apenas unos meses antes de que los votos del PNV decidieran la moción de censura contra Rajoy.
Esa es la "asimetría democrática" que denuncia el libro de De la Torre y el economista Jesús Fernández-Villaverde: los votos nacionalistas de País Vasco, Navarra y Cataluña pueden decidir en el Congreso los impuestos de todos los españoles, pero nadie puede tocar sus modelos forales o 'singulares'.
El ensayo deja claro que extender a toda España el modelo del Cupo vasco es "inviable, porque no hay dinero para pagarlo", pero Cataluña se ha sacado de la manga el principio de la ordinalidad, cuya aplicación "es un atentado contra la igualdad, la progresividad fiscal y la solidaridad interterritorial".
La ordinalidad se basa en que cada comunidad autónoma reciba dinero en función de lo que aporta, con lo que "Madrid ganaría muchísimo, Cataluña ganaría algo y todos los demás perderían", alerta De la Torre.
"Instrumento de poder"
Claro que si tenemos en cuenta que el acuerdo que se firma este lunes es la creación de un 'Sistema de financiación singular que avance hacia la plena soberanía fiscal', es evidente que a los catalanes les preocupa su puesto en el ranking per cápita, pero no el de los demás, que son más pobres.
Para De la Torre, el problema es que ese dinero de más que pide la clase política catalana "no evita que Cataluña aplique una peor gestión financiera y que gaste en las cúpulas de las estructuras políticas cinco veces más que Madrid".
"Cataluña no solo quiere más financiación, quiere las llaves de la caja, porque la Administración Tributaria también es un instrumento de poder", algo que para un inspector fiscal se traduce en "decidir a quién se inspecciona, y esto es un peligro de cara a la corrupción".
De la Torre ha reiterado en varias ocasiones que "el procès fue una búsqueda cada vez más desesperada por parte de una parte de la clase política catalana buscando la impunidad".
El capítulo que ahora se puede abrir de la mano del acuerdo con ERC, supone por ejemplo, que en Cataluña sería mucho más difícil aplicar artículos como el 155 de la Constitución, que controló las finanzas catalanas en pleno procés.
Como experto fiscalista, De la Torre apuesta por un nuevo modelo de financiación más simple con mejores datos para tomar decisiones y, sobre todo, que permita acercar poco a poco el sistema foral al común, porque si no, todo el mundo va a querer tener un Cupo.
"Es evidente que esa situación de privilegio a medio y largo plazo se tiene que reconducir; un Cupo para toda España no es que sea inviable, es que nos quedamos sin país", insiste. "Ese es el camino que se inicia con esto, y por esa razón hemos escrito este libro", remata.
